De acuerdo con Sary Valverde, presidenta de CANATUR, el sector turismo ha sido uno de los más afectados con la gran cantidad de manifestaciones que se oponen al plan fiscal
Por: Arleth Badilla Morales
Prácticamente todos los sectores productivos del país han enfrentado consecuencias negativas debido a la huelga, que lleva ya varias semanas en curso. El plan fiscal y el descontento de los sindicatos con lo que plantea el mismo, ha sido el motivo de las carreteras cerradas, multitudes de manifestantes y vandalismo en varios comercios.
El turismo ha sido uno de los grandes perdedores en el estira y encoge entre el gobierno y los manifestantes, pues las pérdidas económicas han sido millonarias tanto a finales de septiembre como a inicios de octubre.
Acorde con la Cámara Costarricense de Restaurantes (CACORE) el sector restaurantero reportó una disminución en la visitación de un 40% en promedio en todo el país, esto solo en las primeras dos semanas de huelga.
En hotelería, por ejemplo, está el caso del cantón de Limón, en donde se han recibido un 75% de cancelaciones, razón por la cual, los comercios optaron por cerrar debido al riesgo de ser víctimas de vandalismo, lo que a su vez, generó disminución de ventas en un 30%.
En el caso de Monteverde, solo en la primera semana hubo 500 reservaciones canceladas y la Cámara de Turismo de la zona reportó para cerrar setiembre ₡119 millones en pérdidas.
La Fortuna por su parte, reporta que la visitación cayó en un 40% en comparación con la visitación del mismo período del año anterior, esto según la Cámara de Comercio y Turismo de la zona.
Otra actividad que lamentablemente ha sido impactada es la operación de cruceros. El 17 de setiembre anterior, el crucero Infinity con más de dos mil pasajeros no atracó en Costa Rica, lo que ocasionó cancelaciones de tours.
El país dejó de percibir unos ₡130 millones, la misma naviera optó por cancelar un segundo viaje que estaba programado para el 1 de octubre por temor a que los turistas quedarán en medio de los bloqueos y se provocarán retrasos en la salida del crucero.
De acuerdo con Sary Valverde, presidenta de CANATUR, el proyecto de ley de fortalecimiento de las finanzas públicas, propone algunas modificaciones en el impuesto sobre la renta y en el impuesto general sobre las ventas, el cual se convierte en el impuesto al valor agregado (IVA).
“Actualmente, los servicios turísticos y los servicios considerados dentro de la cadena de suministros que se utilizan para la prestación del servicio turístico, no están gravados, con esta reforma todos ellos pasarían a pagar el impuesto de valor agregado del 13%”, afirmó Valverde.
Según la jerarca, en el caso de los tiquetes aéreos, un tema que también impacta al sector turismo, estos se gravarán con el IVA, pero con una tarifa reducida del 4% sobre el 10% del total de su valor para viajes que se consideren internacionales.
Acorde con CANATUR es importante aclarar que las actividades de hoteles y restaurantes, actualmente ya pagan el impuesto de ventas (13%), de manera que con la reforma fiscal que se tramita no tendrán mayor afectación.
La Cámara Nacional de Turismo asegura que la reforma fiscal es necesaria, sin embargo, ha realizado diferentes propuestas a las fracciones legislativas para buscar alternativas que minimicen el impacto en la industria turística.
Un ejemplo de esto, es una solicitud que plantea en los transitorios del proyecto que se grave al sector turístico con el IVA de forma escalonada, es decir, exonerar la actividad del pago del impuesto durante el primer año de aplicación de la ley.
Posteriormente, se gravará con un 4% durante el segundo año, al llegar al tercer año se subiría a un 8% y finalmente, en el cuarto año se llegaría a la tarifa plena del 13%. Todo lo anterior, con el fin de darle a las empresas un periodo para ajustar sus tarifas y estructuras de costos.
