Aunque la Cámara de Restaurantes ha sido una de las principales opositoras de la ley antitabaco en Costa Rica, los dueños de bares y restaurantes aseguran que su impacto no ha sido tan negativo después de todo.
El pasado 5 de abril entró a regir en Costa Rica la Ley 9028, de Control de Tabaco, conocida popularmente como “Ley Antitabaco”. Esta Ley prohíbe el consumo de cigarrillos en sitios públicos, desde luego incluye hoteles, restaurantes, bares, cafeterías, casinos, entre otros. La regulación castiga tanto al que fuma como al que permite fumar. Por ejemplo, la multa para los clientes de un restaurante que no acaten la disposición es de un 10% del salario mínimo. Mientras que el monto que deberán pagar los responsables del establecimiento por permitir a sus clientes fumar será el 50% del salario mínimo y las sanciones no quedan ahí, pues por no colocar un cartel que indique la prohibición de fumar tendrá un costo del 15% del salario mínimo.
En la Cámara Costarricense de Restaurantes, CACORE, recomiendan apegarse a la ley, aunque manifiestan su inconformidad con la misma. Alejandro Madrigal, Director Ejecutivo de CACORE, comentó que la ley atenta contra el derecho de los comerciantes a elegir qué tipo de ambiente quieren tener en sus instalaciones y atropella los derechos de los fumadores.
En contraste, la ley no ha sido tan mal recibida en los establecimientos, como es el caso del Wine Bar Tintos y Blancos, donde su gerente general Alberto Fraile nos comentó que no ha tenido ningún inconveniente desde que su aprobación, al contrario asegura que ha sido bien recibida por parte de sus clientes.
En el restaurante Citrön, en Playas del Coco, su administrador Ernesto Posner, nos comentó que la ley le ha favorecido, “antes los clientes se molestaban cuando tenía que pedirles que no fumaran cuando había familias compartiendo el espacio, con la ley es más fácil pues todos deben acatarla, les guste o no”.
One comment
Juan Carlos Delgado Vargas
16/05/2012 at 11:05
Aplaudo la Ley y sus alcances, el poder compartir espacios libres del humo del tabaco, y no tener que soportar el humo del cigarrillo, vale todo el esfuerzo. Que tragamos humo de una cuidad contaminada, si estoy de acuerdo, pero eliminar una fuente de contaminación tan agresiva, es primordial. En la CCSS, se invierten millones en prevenir, atacar y «curar», esta «costumbre», se hizo e cambio, excelente ejemplo de un país que va p’lante!!!