La aerolínea American Airlines y su casa matriz, el holding AMR, anunciaron este martes haberse acogido a la ley de quiebras, aunque mantendrá sus operaciones normalmente, gracias a una disponibilidad de efectivo de 4.100 millones de dólares.En un comunicado, la aerolínea -cuyo presidente ejecutivo renunciante Gerard Arpey será replazado por Thomas Horton- explicó que la reorganización que emprenderá, en el marco del capítulo 11 de la ley de quiebras estadounidense, le permitirá reducir durablemente sus costos de funcionamiento, principalmente en materia salarial.
La compañía ha justificado que esta decisión se produce «con la intención de conseguir una estructura de los costes y de la deuda más competitiva» y por «el mejor interés de sus accionistas».
Asimismo, el grupo estadounidense ha subrayado que «durante este proceso de reorganización», las dos aerolíneas (American Airlines y American Eagle’s) continuarán operando con «completa normalidad».
Ni los programas de fidelización ni la condición de miembro en la alianza Oneworld con Iberia se verán afectados, han asegurado, mientras que los procesos legales en Estados Unidos no tendrán repercusiones fuera del territorio norteamericano.
«Esto ha sido una muy difícil decisión, pero es un paso necesario para que nuestras aerolíneas sean ahora más eficientes, competitivas y financieramente más fuertes», dijo Horton.