Durante su visita a la familia cafetalera formada por el matrimonio de don Marco Tulio Zamora y doña Ruth Calvo, en Santo Domingo de Heredia, el Presidente de China, Xi Jinping, informó este lunes que girará instrucciones a su Ministro de Agricultura para que se aumente las importaciones de Café de Costa Rica.
Tras conocer que la Ministra de Agricultura y Ganadería, Gloria Abraham, emprende hoy una gira por su país para participar en “Primer Foro de Ministros de Agricultura China-América Latina y el Caribe” que tiene lugar en Beijing, el 8 y 9 de junio, Jinping le dijo que urgirá a su Gobierno para que sus compatriotas puedan degustar la gran calidad del café de Costa Rica, que él pudo disfrutar en el hogar de don Tulio y doña Ruth.
Junto a su esposa, Peng Liyuan, el mandatario hizo realidad su deseo de compartir con una familia dedicada por generaciones al cultivo de café. En el Barrio El Socorro, la familia Zamora le recibió en la entrada de la casa, le llevó por varios de sus aposentos, entre ellos la sala, comedor y una pequeña habitación donde cocina con leña. Ahí doña Ruth preparó los bocadillos (empanadas de chiverre, pan casero, picadillo de arracache) que luego comieron la pareja asiática.
Don Tulio aprovechó el interés del Presidente para mostrarle su cafetal, que está al fondo de su casa, donde les explicó el arduo trabajo que requiere mantener una finca cafetalera. Al Presidente y su esposa les llamó poderosamente la atención el aroma de la flor del café, que compararon con el jazmín.
Después caminaron hasta un rancho, en el patio, donde compartieron una taza de café y los bocadillos que con tanta dedicación cocinó doña Ruth. El Mandatario dijo que le encantó el aroma del café y el sabor de la comida que le fue presentada a la usanza tradicional, en recipientes con tortillas y manteles caseros.
Para finalizar el día, al Presidente le faltaba asistir a una cena de Estado con la mandataria Laura Chinchilla en el Teatro Nacional, pero por unos momentos pareció que la atención recibida lo mantenía absorto.
Luego de entregar y recibir algunos regalos, se preparó para dejar la casa que, durante buena parte de la tarde, posiblemente le recordó sus orígenes humildes. Apretones de manos y abrazos con ambos anfitriones fueron sus últimas actividades antes de abordar el auto que a gran velocidad se alejó del barrio El Socorro.