(2 de octubre de 2012) – Brinker International, empresa propietaria de la cadena restaurantera Chili’s, anunció que eliminará de su cadena de suministro de carne de cerdo las jaulas de gestación que se usan para confinar a las cerdas reproductoras.
Con ello, la empresa se une a la lista de empresas alimentarias que se encuentran abordando este tema. La Humane Society of the United States y su rama internacional, Humane Society International (HSI), aplaudieron el anuncio.
La empresa con sede en Dallas, EE.UU., opera 1.500 restaurantes Chili’s Grill & Bar, y también es propietaria y opera la cadena Maggiano’s Little Italy y tiene inversiones en la cadena Romano’s Macarnoni Grill. La nueva política de Brinker con respecto al bienestar animal abarca la carne de cerdo de todos sus restaurantes, inclusive en el restaurante Chili’s que opera en San José, Costa Rica.
«Los líderes responsables de nuestra cadena de suministro buscan capacitarse continuamente sobre temas de actualidad que afectan a la industria alimentaria», dijo Brinker International, en un comunicado publicado en su sitio web. «En los próximos 5-7 años, el objetivo de Brinker es asegurarse de que el 75 por ciento de nuestros productos porcinos provengan de abastecedores que no utilizan las jaulas de gestación para alojar a sus cerdas, siendo la meta lograr eventualmente una cadena de suministro en la que no figuren dichas jaulas».
«Desde hace mucho tiempo, Humane Society International ha abogado para que se le dé fin al uso de las jaulas de gestación y felicita a Brinker por abordar este urgente tema», dijo Elissa Lane, gerente de campañas para el Departamento de Animales de Producción para HSI. «Todos los animales merecen un mejor trato, incluidos los animales de producción en Costa Rica. Esperamos trabajar con otras empresas alimentarias en Costa Rica y en toda América Latina en políticas similares».
Las empresas Oscar Mayer, McDonald’s, Burger King, Wendy’s, Costco, las cadenas de supermercados Safeway y Kroger, así como otras importantes empresas alimentarias en los EE. UU., han hecho anuncios similares recientemente indica un cambio en torno a la práctica por parte de la industria porcina de confinar día y noche a la mayoría de las cerdas reproductoras en jaulas de gestación a lo largo de los embarazos de cuatro meses de duración. Dichas jaulas son aproximadamente del mismo tamaño que el cuerpo de los animales y están diseñadas para evitar que los animales ni tan siquiera puedan darse la vuelta. Posteriormente, las cerdas son transferidas a otra jaula en donde dan a luz, son re-impregnadas y puestas nuevamente en las jaulas de gestación. Ello ocurre parto tras parto a lo largo de toda su vida, lo que representa años de virtual inmovilización. Este sistema de confinamiento ha sido criticado por veterinarios, porcicultores, activistas para la protección animal, científicos enfocados en el comportamiento animal, consumidores y otros.
Anualmente en Costa Rica se crían más de 400.000 cerdos, la mayoría en instalaciones de cría intensiva en las que las cerdas reproductoras frecuentemente se encuentran confinadas en jaulas metálicas e individuales de gestación por casi la totalidad de su vida.