El hotel Las Palmas, propiedad del inversionista de origen checo alemán Jan Kalina, construido ilegalmente en Zona Marítimo Terrestre, será demolido hoy tras un proceso judicial que inició en 1990.
Tras la construcción de su hotel en Limón, Kalina ha enfrentado diversos juicios, desde estar indocumentado como turista, pasando por la Sala Constitucional y el Tribunal Contencioso Administrativo para evitar su deportación, así como la demolición de la infraestructura, entre otros.
El caso inició desde 1993 cuando el MINAE canceló un permiso de uso debido a violaciones a la ley ambiental por parte de los propietarios del hotel.
En su oportunidad, el Ministerio del Ambiente y Energía (MINAE), justificó la demolición del hotel y otras obras por la tala de árboles, daños al humedal, extracción de arena y construcción no autorizada de drenajes.
Desde el 2000, Kalina ha rechazado el daño ambiental y se negó a demoler la propiedad.
Archivos de información sobre el proyecto en poder de organizaciones ecologistas indican que Kalina ha sido fuertemente cuestionado por autoridades ambientales.
Citaron que en 1992, en su Hotel Las Palmas en Punta Uva, Talamanca, fueron detectadas violaciones a compromisos ambientales de no afectar el Refugio de Vida Silvestre Gandoca Manzanillo, donde tras una larga jornada de luchas por parte de los ambientalistas, su hotel fue desalojado en 2005 y debe ser destruido.
Los vecinos de Puerto Viejo han lanzado varias ofensivas, con el apoyo del movimiento social costarricense, para pelear contra Kalina, quien entre sus planes tiene la construcción de una gran marina turística, que arrasaría corales y bellezas naturales, entre otras.
La orden de desalojo deberá ser ejecutada por autoridades del Sistema Nacional de Áreas de Conservación (Sinac), y por la Fuerza Pública, que se encuentra desde este lunes en puerto Limón.
En una oportunidad, el ambientalista Marco Machore comentó que es importante la demolición del sitio, pues sería un mensaje del respeto que se debe tener por las zonas protegidas, refugios, parques y demás santuarios naturales que es preciso proteger a toda costa.
«Estas riquezas naturales no son nuestras y no podemos administrarlas a nuestro antojo egoísta; pertenecen a nuestros hijos y nietos… No podemos dilapidar su herencia. Con el desalojo al menos el daño no va a aumentar ni permanecer y habrá la posibilidad de algún tipo de regeneración biológica en la zona devastada por la actividad humana y hotelera», agregó.
Fuente: elpais.cr
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Jimmy campos
26/07/2011 at 10:55
Considero que el hotel no debe ser demolido debería de ser donado a alguna universidad como UCR y o UNA , como centro de investigaciones biológicas que ayuden a la conservación de este lugar tan especial como lo es puerto viejo
Patricia Bolaños C.
29/07/2011 at 12:31
Me parece muy bien lo del dasalojo y la demolición porque se deben respetar las leyes, hay que poner en raya a cualquier extranjero que quiera hacer lo que le da la gana en este país, se apoderan de las playas, de reservas biológicas y demás y no debemos permitir esa barbarie por destruir la naturaleza sólo por ambicón y obtener riqueza…