Se trata del hospital México, donde su cocina no se detiene, pues trabaja las 24 horas, los 365 días del año. La encargada de coordinar toda esta operación es Yolanda Barboza, Jefe de Nutrición del centro hospitalario.
La cocina atiende tanto a pacientes como empleados del hospital. A los primeros, se les ofrecen todos los turnos de comida, y los trabajadores tienen derecho a 2 tiempos, por cada 8 horas laboradas. Además, se dan algunas comidas extra, para pacientes de consulta externa que vienen de zonas muy alejadas, o los que son atendidos en quimioterapia, que pasan muchas horas en el hospital.
Mensualmente, se sirven en promedio 32 mil raciones, cada ración equivale a 4 tiempos de comida, y el almuerzo es el tiempo más recargado de la cocina, porque es cuando hay más personal laborando en el hospital.
Barboza sabe que con tantos comensales, difícilmente va a lograr un 100% de satisfacción, pero asegura que su departamento mantiene una constante retroalimentación, tanto verbal como escrita, que les permite tomar decisiones en cuanto al menú.
Trabajamos con un menú único que rota cada 42 días, que toma en cuenta los diferentes gustos y hábitos alimenticios. Lo que hacemos es que se revisa cada semana para ver la disponibilidad de ciertos productos, y dependiendo de la aceptación o no de los platos, se cambia cada seis meses, los cambios son programados con tiempo, no se pueden hacer antojadizos, porque los pedidos se hacen con 15 días de antelación.
En cuanto a los proveedores, pese a ser un cliente muy fuerte, Barboza comenta que en algunas ocasiones se le hace difícil conseguir ciertos productos, como es el caso del pescado.
Ella atribuye este inconveniente a los altos estándares de calidad que exige la institución, y a la gran cantidad de trámites que deben pasar los proveedores para convertirse en oferentes. Como cualquier institución pública, para realizar compras debemos pasar por el proceso de contratación administrativa, además el control sanitario en el manejo de producto, la calidad que se exige, especificaciones técnicas del producto como peso y tamaño, en fin, una serie de factores que hacen que el grupo de proveedores interesados en ofrecer sus productos se reduzca.
El control de la calidad que ofrecen los proveedores es una de las más importantes tareas, pues como asegura Barboza, de ello depende ofrecer calidad y aprovechar al máximo los recursos sin desperdicio. Todo se revisa minuciosamente, cada producto debe ser entregado de acuerdo con los parámetros preestablecidos, pues cualquier variación puede alterar la estandarización de recetas. Todo debe seguirse al pie de la letra, por eso es tan importante las especificaciones como tamaños de cada porción.