El nuevo desafío: Reconectar a los niños con el placer de salir a comer. El 25 % de los padres afirma que sus hijos ya no disfrutan tanto salir a comer o estar en lugares concurridos
Cuando pensamos en el futuro de los restaurantes, la conversación suele centrarse en la inteligencia artificial, las tecnologías emergentes y las tendencias de conveniencia. Sin embargo, ¿y si el verdadero desafío no son estas innovaciones, sino una generación que está creciendo sin el hábito ni el interés por salir a comer? La pandemia no solo cambió dónde y cómo comemos, sino que también transformó cómo toda una generación percibe la experiencia de cenar fuera de casa.
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Una generación desconectada de los restaurantes
Han pasado casi cinco años desde que la pandemia cambió nuestras vidas de manera drástica. Mientras que algunas cosas han vuelto a la normalidad, otras consecuencias aún están surgiendo, como el impacto en la forma en que los niños ven y experimentan los restaurantes. Durante este tiempo, los niños han desarrollado mayor independencia y capacidad de adaptación. Según una encuesta, el 61 % de los padres cree que sus hijos son más independientes y el 55 % opina que manejan mejor los desafíos. Sin embargo, esto ha tenido un costo para la industria.
La pandemia aceleró la transición hacia la conveniencia, normalizando el «comer en casa» a través de aplicaciones de entrega y recogida en la acera. Para los niños, los años formativos de experimentar la comida en restaurantes se convirtieron en algo poco común, o incluso incómodo. El 25 % de los padres afirma que sus hijos ya no disfrutan tanto salir a comer o estar en lugares concurridos. Este dato no solo es preocupante, sino que representa una alerta para el futuro de la industria.
El Impacto del «Veto de los Niños»
En muchas familias, las decisiones sobre dónde comer están influenciadas por los niños. Si un niño no quiere ir a un restaurante, la familia probablemente optará por quedarse en casa. Aunque podría generarse un pedido para llevar, esto no reemplaza el impacto a largo plazo de la pérdida de clientes en el comedor.
Un 39 % de los padres asegura que «ya no vale la pena» salir a comer. Esto significa que niños desconectados llevan a familias desconectadas, lo que reduce el tráfico, los ingresos y los empleos en el ecosistema de restaurantes. Si las familias continúan eligiendo la conveniencia del servicio para llevar sobre la experiencia de cenar en el restaurante, se pone en riesgo la esencia de lo que hace a los restaurantes fundamentales: comunidad, conexión y experiencias compartidas.
Cómo Recuperar a las Familias y a la Nueva Generación
La solución está en hacer que la experiencia de cenar fuera sea irresistible para los niños. Esto no solo atraerá a las familias, sino que también garantizará la sostenibilidad a largo plazo de los restaurantes.
Acciones Inmediatas:
- Elevar la experiencia para niños: Capacite a su personal para ofrecer interacciones divertidas y momentos memorables que hagan que los niños quieran regresar.
- Hacerlo divertido: La alegría no es un extra; es esencial. Si los niños no se divierten, su restaurante no estará en la lista de favoritos de la familia.
Reinvención a Largo Plazo:
La clave no está solo en ofrecer conveniencia, sino en reinventar cómo las familias perciben la experiencia de cenar fuera. Cree experiencias tan atractivas que los niños insistan en visitar su restaurante. Este «factor de insistencia» debe ser una prioridad: si los niños no quieren ir, los padres tampoco lo harán.
Si no actuamos ahora, corremos el riesgo de perder una generación de comensales, futuros empleados y el valor de la experiencia comunitaria que define a la industria de los restaurantes. Es hora de devolver la magia a la experiencia de salir a comer, para las familias, los niños y el futuro de nuestro sector.
Resumen:
La pandemia ha transformado profundamente la industria de los restaurantes, especialmente en cómo una generación completa percibe la experiencia de salir a comer. Mientras los niños han desarrollado mayor independencia durante estos años, también se han distanciado de la tradición de comer en restaurantes, prefiriendo la conveniencia de las aplicaciones de entrega y la comida para llevar. Este cambio no solo afecta los ingresos inmediatos de los restaurantes, sino también el tejido social que estas experiencias aportan. Para revertir esta tendencia, es crucial que los restaurantes ofrezcan experiencias irresistibles para los niños, desde interacciones memorables hasta ambientes alegres. El futuro de la industria dependerá de su capacidad para reinventarse y atraer nuevamente a las familias al comedor.
Fuente: Este articulo es traducido y adaptado de un articulo escrito por Lisa W. Miller publicado en https://www.nrn.com/
