Cambios en esquema FSSC 22000 buscan impulsar la cultura de inocuidad y reducir el fraude alimentario en organizaciones
Impulsar la cultura de la inocuidad, así como reducir el fraude alimentario dentro de las organizaciones que son parte del sector alimentario, son los dos principales objetivos que buscan los cambios que sufrió recientemente el esquema de certificación FSSC 22000 v5.1.
La Certificación del Sistema de Seguridad Alimentaria 22000 (FSSC 22000) ofrece un Esquema de certificación completo para la auditoría y certificación de los Sistemas de Gestión de la Seguridad Alimentaria (SGSA). También ofrece certificación para sistemas de gestión de calidad y SGSA combinados (FSSC 22000-Calidad).
Así lo comentó Adrián Casillas, representante de FSSC 22000 para Latinoamérica, durante el webinar “Esquema FSSC 22000 v5.1”, organizado por la firma consultora TAMA Adv. en el marco de su 3er aniversario.
Precisamente, Casillas señaló que el objetivo de una cultura de inocuidad en una organización, es que cada trabajador conozca, entienda, sea competente y ejecute lo que tiene que hacer para prevenir cualquier afectación por alimentos mal manipulados a los que tengan acceso los consumidores. Debido a esto, este requisito debe ser implementado por toda organización que cuente con una certificación en FSSC 22000 o reconocida por el GFSI.
Para lograrlo, el esquema brinda 18 preguntas enfocadas a detectar si la organización tiene una cultura de inocuidad adecuada. Estas se relacionan con 4 puntos principales: la Comunicación, la Formación, la Retroalimentación de los empleados y la Medición de desempeño de las actividades relacionadas con la inocuidad alimentaria.
“Lo que éstas buscan es analizar cómo se involucran los líderes con la inocuidad alimentaria. Así cómo el entendimiento de la Alta Dirección de la organización sobre cuáles son las deficiencias y los riesgos. Además de cómo se pueden corregir o reducir”, explicó Casillas.
En el área de Comunicación, el esquema FSSC 22000 v5.1 propone temas tales como la existencia de una política de inocuidad, que debe ser interpretada, comprendida y aplicada por el todo el personal. Estos, además, tienen que entender realmente cuáles son los riesgos y cuál es su contribución hacia la inocuidad de los alimentos. Asimismo, la Alta Dirección debe verificar si el personal comprende las expectativas de la cultura de la inocuidad alimentaria.
De igual forma, se debe procurar que el personal reciba retroalimentación sobre el desempeño de producción y cuestiones de inocuidad alimentaria. Así como evaluar hasta qué nivel se informa al personal sobre las expectativas de inocuidad alimentaria, y mostrar que la inteligencia de la industria también es parte de la comprensión del contexto.
En lo que se refiere a la retroalimentación de los colaboradores, en este punto la organizaicón debe propiciar que los trabajadores ayuden a encontrar los problemas de inocuidad alimentaria, los planteen ante la Alta Dirección, y que estos sean evaluados por el Equipo de Inocuidad Alimentaria. Esto permite que el personal participe activamente en la protección de la inocuidad alimentaria.
Con respecto a la medición de actividades relacionadas con la inocuidad alimentaria, se debe definir cómo se medirá este desempeño en específico. Además de definir cómo se tramitarán las quejas, por ejemplo, de clientes o el cumplimiento de protocolos. En esto puntos el entrenamiento del personal y el involucramiento de la Alta Dirección, es muy importante.
“Reconocemos que todas las organizaciones que se dedican a la producción de los alimentos hacen un excelente trabajo para la protección de estos. Pero, nos dimos cuenta que en ocasiones en la cadena de suministro, por ejemplo, no se respetaban todos los protocolos de inocuidad. Acá es donde toma mucha importancia la cultura de la inocuidad”, comentó Casillas.
Fraude alimentario
Casillas comentó que en lo referente al fraude alimentario, este toma mucha relevancia dentro del esquema de certificación. Esto porque tales actos pueden causar enfermedades, e incluso la muerte, a consumidores.
El fraude alimentario se refiere a la sustitución, mejoras no aprobadas, etiquetado incorrecto, falsificación, y materiales robados u otros, de materias primas, materiales de empaque, productos terminados o secundarios, que se utilizan en la fabricación de los productos alimenticios.
Para contrarrestar esta situación, la versión del esquema FSSC 22000 v5.1 solicita un análisis de vulnerabilidad, en el cual se deben contemplar elementos como que la organización conozca sus materiales y riesgos, que conozca a sus proveedores y su cadena de suministro. Además de que conozca las medidas de control existentes para reducir cualquier riesgo. Otro elemento es el diseño de una estrategia de mitigación, así como su implementación, validación y verificación.
Durante el Webinar, el experto comentó que en este punto también se debe hacer valer la responsabilidad del proveedor de la organización. Esto mediante certificados de origen, análisis de laboratorio y estadísticos de resultados, cartas de garantía, y programas de certificación de proveedores.
El representante para Latinoamérica de FSSC 22000, finalizó el Webinar organizado por TAMA Adv., explicando que este esquema está basado en 3 componentes. La norma ISO 22000, la cual provee un marco común a lo largo de toda la cadena de distribución para el manejo de los requisitos, comunicación interna y externa, y la mejora continua del sistema.
El segundo componente es el PPR; es decir, los pre-requisitos específicos al sector (ISO/TS 22000-X). El tercer componente son los Requisitos Adicionales de FSSC 22000 v5.1, en donde se contemplan los temas previamente mencionados.
Para el esquema de FSSC 22000 se esperan algunos cambios para este año 2021 y el próximo 2022