Hay detalles que se hacen necesarios en el momento de atender a un cliente. Descubra lo fácil que es poner un toque elegante en la mesa con un mínimo de esfuerzo.
Para nadie es un secreto que existe un auge de la cultura del vino en nuestro país. El creciente interés de los costarricenses, así como la llegada de turismo de calidad a nuestro país, hacen necesario poner mas atención al servicio que se ofrece. La competencia no está a la vuelta de la esquina, sino al lado de la puerta. Por esta razón, el gerente debe tomar seriamente la responsabilidad de entrenar, enseñar y aconsejar a su personal sobre esta cultura milenaria.
La satisfacción de ver disfrutar al cliente de una copa de vino, es el resultado de todo un proceso que empieza desde escoger el sitio adecuado para guardarlo, hasta servirlo con gracia y estilo. Descubra lo fácil que es poner un toque elegante en la mesa con estos sencillos pasos.
1. Diseño de la carta del vino
Actualmente, son muchas las personas que compran botellas para formar su propia selección. Es por esta razón que el cliente conoce de variedad, sabor y sobre todo de precios. Lo ideal es ofrecer una carta donde el cliente tenga la autoridad de poder escoger entre diferentes categorías de precios y variedad según lo que desea.
2. Ofrecer con estilo
Para aconsejar adecuadamente al comensal, es importante que el salonero conozca el tipo de vino que el cliente desea; si tiene alguna preferencia en cuanto al país o región y ¿Porque no? Si se da la oportunidad, preguntar adecuadamente por su presupuesto.
Definitivamente los restaurantes deben poner especial énfasis en la combinación del vino con la comida.
Las últimas tendencias sugieren ofrecer un menú donde se especifica el vino mas apropiado para combinar con el platillo seleccionado. Sin embargo, es el chef quien puede capacitar mejor al mesero para que recomiende el vino adecuado para realzar el sabor de sus platillos.
3. Cada copa con su vino
Existen muchas clases de copas. Se aconseja tener al menos dos tipos como mínimo. Una para los vinos blancos y otra para los tintos. El tamaño ideal es una copa de 12 onzas y de boca lo suficientemente ancha para degustar apropiadamente. Para aquellos restaurantes donde no se ofrece una amplia gama de vinos, pueden tener una copa intermedia, llamada continental.
4. La limpieza perfecta
Es agradable ver el cristal de una copa impecablemente limpia. Tome en cuenta que para limpiarla se debe:
5. Servir con elegancia
Al llevar el vino a la mesa se debe hacerlo con elegancia y delicadeza. El mesero debe presentar la botella como si fuera la joya mas preciada del mundo. Una vez que el cliente la aprueba, se debe abrir frente a él. Lo recomendable es llenar la copa a la mitad, de esta manera habrá espacio suficiente para poder mover y oler el vino. Una vez servido, la botella se deja sobre la mesa o champañera para que el cliente pueda ver la etiqueta.
6. Descorche preciso y elegante
A veces el abrir una botella de vino frente a un cliente puede convertirse en una verdadera batalla campal. Un descorche perfecto es el resultado de un buen almacenamiento del vino. La mayoría de los corchos que se quedan trabados o se rompen es porque la botella ha permanecido mucho tiempo verticalmente; esto provoca que el corcho se seque y tiende a expandirse. Se aconseja guardar las botellas en forma inclinada o acostadas horizontalmente; así el corcho se mantendrá siempre húmedo.
El arte de abrir una botella de vino es muy sencillo. Primero, se retira la cubierta del cuello de la botella, tratando de cortarlo por debajo del gollete, para evitar que se derrame el líquido sobre el mantel. El sacacorchos se introduce de forma vertical en el centro del corcho, atravesándolo en línea recta hasta el fondo. Y por último, se levanta la palanca verticalmente sin forzarla.
Si por alguna razón el corcho se rompe, se puede optar por introducir el sacacorchos para tratar de rescatar el trozo restante. O bien, hundirlo y servir el vino con un papel filtro resistente, para evitar que pasen pequeñas partículas.
7. La temperatura ideal
La variedad de vinos es tan amplia que por su origen y elaboración deben ser tratados de diferente manera. En el caso del vino blanco en general, la temperatura ideal a la cual debe servirse oscila entre los cinco y los diez grados centígrados. Sin embargo, la temperatura ambiente es un factor muy importante que debe de tomarse en cuenta. Se recomienda mantenerlo en la nevera hasta el momento de servir. Al dejar la botella en la mesa, puede utilizarse una champañera o recipiente con una base de hielo en el fondo y un poco de agua. Evite sumergirla en agua con hielo y sal.
En el caso del vino tinto, la temperatura ideal es entre los catorce y dieciocho grados. Tome en cuenta que si se sirve en una clima cálido, lo ideal es ponerlo unos diez minutos en agua con hielo con el fin de provocar un golpe de frío y servirlo fresco.
¡No lo olvide! El cliente espera encontrar una experiencia única, relajarse con el ambiente y disfrutar del concepto en general, pero a un precio razonable. La combinación de todos estos factores hará que el cliente regrese y mejor aún que lo recomiende. A
2 comments
Apanfilinio honiseto okinhutre
09/07/2012 at 16:16
;>8-)Oye me parecio muy educativo grax resolviste varias inquietudes que tenia bye:>
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