Cada día, quienes dirigen empresas son más concientes de que no es suficiente un buen salario para tener a los empleados motivados, y para nadie es un secreto que los empelados motivados son la base del éxito de cualquier negocio.
No es casual que el turismo de incentivos se haya puesto de moda, y nuestro país se convierte poco a poco en un codiciado destino, tanto para quienes dan el incentivo, como para quienes desean alcanzarlo.
Desde los que buscan tranquilidad, hasta quienes prefieren un poco de riesgo y aventura, para todos hay una opción. Playa, montaña, pesca deportiva, canchas de golf con vista al mar, tour por las copas de los árboles, paisajes exóticos, rafting, observación de aves, en fin, la lista podría seguir enumerando la gran cantidad de atractivos que ofrece Costa Rica a los turistas. Con ese menú ¿a quién no le gustaría venir a pasar unas vacaciones? Sobre todo cuando el costo corre por cuenta de su jefe.
Según datos proporcionados por Canatur, el viaje de incentivos es una estrategia moderna gerencial utilizada para premiar a ejecutivos de diferentes empresas que destacaron o lograron que la empresa sobrepasara las expectativas de crecimiento en un período determinado.
Por lo general, la empresa otorga a su empleado estrella un viaje de lujo, generalmente de 5 días, que él no se podría pagar, como reconocimiento a su trabajo. A nuestro país ingresan anualmente entre 20 mil y 30 mil personas del programa de incentivos empresariales.