Tips para servir vino
Aunque parezca una tontería, servir el vino correctamente puede darle un toque refinado a cualquier ocasión. Se recomienda que la botella de vino que se va a servir sea de adquisición reciente, pero que haya permanecido en estado de reposo por un período de por lo menos ocho días, en un lugar ventilado, oscuro, tranquilo y con una temperatura fresca.
La botella se almacena en posición horizontal, con una ligera inclinación hacia la boca de la botella, pero debe ponerse en posición vertical momentos antes de servir para permitir que cualquier tipo de sedimentos, que puedan afectar la calidad de su
sabor, se depositen en el fondo.
La temperatura del vino a la hora de servirlo es clave para su buen sabor. Por lo general, servir el vino frío permite ocultar algunas imperfecciones, que puede ser bueno para vinos jóvenes y baratos. Por el contrario, servir el vino a temperatura ambiente permite la máxima expresión de las características del vino y es recomendado para vinos más añejados y costosos.
El vino se enfría a una taza de 2º C (4º F) por cada diez minutos en el refrigerador y se calienta a la misma velocidad si se saca del refrigerador y se deja afuera a temperatura ambiente. La velocidad con que se caliente el vino depende de la temperatura a la cual está expuesta la botella. Si se le presenta una ocasión inesperada y necesita enfriar una botella de vino, bastarían 35 minutos en el congelador. Los vinos blancos y rosados se sirven fríos, los vinos espumosos y las champañas se sirven casi helados.
