Pero antes de ser servido en una copa, el champagne atraviesa un largo
recorrido que le convierte al final, en un brillante vino blanco,
especial para las celebraciones, desde carreras de autos hasta
inauguraciones de edificios y embarcaciones.
Por Distribuidora Yamuni
Dom Perignon era un monje de la abadía benedictina que vivió en Francia entre 1640 y 1715. Él probablemente nunca se imaginó lo famoso que sería su nombre debido a que la casa Moët & Chandon le daría su nombre como marca a su champagne de lujo Cuvée Dom Perignon; escogido principalmente por las mejoras que el monje francés introdujo en el proceso de producción del champagne, desde la recolección de la uva, el uso de corchos españoles de forma cónica, hasta el uso de botellas de vidrio más grueso que soportaran la presión de la fermentación.
¿Cómo se produce?
Se recolectan las uvas, de las variedades pinot noir, pinot meunier y chardonnay, nunca de forma mecanizada, para garantizar el perfecto estado de las uvas antes de llegar a la prensa.
La fermentación se da en dos fases: la primera en cuba, como todos los vinos, y la segunda en botella. Cuando está en la botella se le añade azúcar para provocar la fermentación, que debe ser en la cantidad exacta porque la fermentación provoca CO2 que se diluye en el líquido, pero si se produce en cantidades mayores puede hacer explotar la botella. De ahí que siglos antes se conociera como el vino del diablo o el salta tapones.
Pero como la segunda fermentación produce sedimentos, para lograr la claridad del champagne, las botellas son llevadas a un proceso de reposo donde se colocan con el cuello hacia abajo en ángulo de 45 grados y allí se les da vuelta varias veces al día hasta que todos los sedimentos se han acumulado junto al tapón. Entonces se congela el cuello de las botellas y al abrirlas, la presión expulsa la franja congelada. Este es el llamado método champenoise.
El champagne es generalmente un vino blanco, aunque también se produce el rosado. Este vino posee la denominación de origen desde 1927 y por eso los vinos espumosos de otras regiones deben llevar un nombre distinto, como el Cava de Cataluña.
El consumo de este vino se popularizó en el siglo XVII debido al impulso que se le dio en las cortes inglesa y francesa.
Hace 264 años
En la casa Moët & Chandon, situada en la localidad de Epernay, en el corazón de la Champagne, Francia, se mantiene la tradición en todos los cuidados necesarios, en sus 800 hectáreas de viñedos cultivados, que son mantenidos por 250 vinicultores, para lograr la calidad de cada uno de los vinos que producen y con especial atención, el Dom Perignon.
Hoy, Cuvée Dom Perignon es reconocido en cualquier parte del mundo y puede ser adquirido según la vendimia o cosecha de un año específico. Por ejemplo en el 2007, Dom Perignon recibió la medalla de bronce de parte del Internacional Wine Challenge, correspondiente a la vendimia de 1999.
Para mayor información llamar al 227-2222. A