Recurrir a ciertas precauciones para evitar un asalto y saber cómo actuar en caso de que se realice el robo, son previsiones que darán tranquilidad a los cliente.
Jorge Rojas Vargas, Director del OIJ desde 1997, comentó que son situaciones integrales donde, tanto el cliente como el local, deben colaborar. Rojas aseguró que la precaución inicia en la puerta, pues el guarda debe administrarla desde dentro para discernir a quien deja entrar.
Es recomendable que el local maneje poco efectivo, frecuente el uso de tarjetas de crédito y se acostumbre a hacer depósitos periódicos, explicó Rojas, para impedir grandes pérdidas en caso de asalto.
A esto, Osvaldo Alpízar Núñez, Director de la Fuerza Pública desde mayo del 2006, agregó que si el turista es extranjero, el hotel podría ofrecer la posibilidad de guardarle el pasaporte en la caja fuerte y sacarle una copia para que esté identificado, con la aclaración y firma del hotel de que la persona está siendo hospedado ahí.
Ambos coincidieron en el uso de una alarma, pero su activación debe darse luego del retiro de los asaltantes para evitar la toma de rehenes. Es mejor tratar de detallar a los asaltantes para luego dar una descripción a la policía, expresó Alpízar.
Las cámaras de video pueden ser puestas en lugares visibles, para que las personas vean que están siendo filmadas y otras ocultas para que no sean destruidas o robadas, dijo Rojas.
En cuanto a los vehículos, los dos directores coincidieron que lo mejor es dejarlo en parqueo privado y con vigilancia, así como recoger el radio y los bolsos para evitar la tentación del hampa. Además, es aconsejable que el parqueo brinde un tiquete de ingreso y que solicite una identificación del cliente, para que al retirar el vehículo pueda comprobarse que es el dueño real.
Si, pese a las precauciones, el local es víctima del asalto, los consejos que tanto Alpízar como Rojas reiteraron fueron mantener la calma, no hacer llamadas durante el asalto, guardar las armas (principalmente el guarda) y no poner resistencia, lo primordial es preservar la vida, recalcó el oficial.
Luego de la conmoción, el local puede poner a disposición de los clientes un teléfono donde puedan llamar a cancelar inmediatamente tarjetas y líneas de teléfono que hayan sido robadas. El local puede ayudar a tranquilizar a los clientes con detalles como ese, concluyó Rojas.
