Desde el nacimiento del proyecto, Polo Turístico Golfo de
Papagayo tiene entre sus disposiciones la planificación y precaución en todos los aspectos, incluida la distribución del agua.
Cuenta con 840 hectáreas para el desarrollo de las obras previstas en el Plan Maestro del Instituto Costarricense de Turismo (ICT), que incluyen tres campos de golf, nueve sitios hoteleros, 2.000 unidades residenciales, un pueblo central, una marina, clubes de playa, campos de tenis y un museo.
Una de las inquietudes que surge alrededor de este proyecto es el suministro de agua, y según afirmaron diferentes entidades involucradas, no existe motivo para alarma en este sentido.
Manuel Ardón, Director de Operaciones de Península de Papagayo, una de las empresas concesionarias del complejo, detalla que, por ser un proyecto estatal, el 100% del agua potable es suministrada por el Instituto Costarricense de Acueductos y Alcantarillados (AyA), tal como lo establece la Ley de Desarrollo del Polo Turístico Golfo de Papagayo.
Se crearon líneas de conducción
independientes tanto para el agua potable como para la de riego, que permite reutilizarlas al máximo,
de tal manera que luego del procesamiento del agua colectada, ésta
regresa a la naturaleza a través del riego.
Además, se realiza un estudio que permitirá determinar el porcentaje de combinación de agua salina y dulce para el riego del campo de golf.
20 cuartos por hectárea
Javier Bolaños Quesada, Director Ejecutivo de Polo Turístico Papagayo del ICT, asegura que desde que nace la idea, surge como un desarrollo turístico sostenible, donde se planifica de manera tal que la distribución y abastecimiento de agua sea de acuerdo con las necesidades del complejo sin afectar el ambiente.
No obstante, Bolaños afirma que en caso de una emergencia como la que puede presentarse en cualquier lugar (daños físicos a las tuberías, inundaciones, entre otros), parte de los requisitos que se le exige a los hoteles es tener un tanque de agua que pueda abastecer a sus clientes durante al menos dos días.
En cuanto a la explotación del ambiente, Bolaños explica que la ley de Papagayo exige que un 70% del área dada en concesión sea verde, es decir, se permite un máximo de 20 cuartos por hectárea.
Además, todos los hoteles deben tener una planta de tratamiento de las aguas y tienen prohibido lanzar residuos al mar, aún cuando la ley permite arrojar cierta cantidad de algunos líquidos. ¿A qué empresa hotelera le interesa ver dañado su entorno?, comenta.
Carlos Leiva Milano, Director de la Región Chorotega del AyA, coincide con Bolaños en que las probabilidades de escasez de agua en Papagayo son casi nulas. En Papagayo norte nunca ha habido problema. En Papagayo sur, es el único lugar que podría presentar alguna escasez durante el verano dado el aumento del consumo. Pero de ser así, se racionaría el consumo en Playa Hermosa dando prioridad de abastecimiento a los hoteles del complejo.
A esto, Leiva agrega que hay que incorporar al sistema tres nuevos pozos ya perforados en el sur.
José Miguel Zeledón Calderón, Jefe del Departamento de Aguas del Ministerio de Ambiente y Energía (MINAE), recalca que la planificación que ha tenido este proyecto permite tener tranquilidad en cuanto al abastecimiento del recurso hídrico. Hay muchas fuentes de abastecimiento como para que falle, además de que está ideado a largo plazo y no para las necesidades del día a día.