Lo primero que hizo Aldis Mann cuando decidió abrir un restaurante de comida japonesa fue elegir un nombre fácil de recordar. Por eso escogió Sho Gun, que significa El General y que muchos recuerdan por tratarse de una vieja pero popular serie de televisión.
No quería que a mis clientes les costara trabajo aprenderse el nombre del restaurante, por eso busqué algo sencillo. Además la idea era seleccionar algo que nos ligara con Japón, para diferenciarnos de la comida china, pues muchas veces la gente se confunde.
Pero Mann sabía que un buen nombre no era suficiente, como tampoco lo era limitarse a ofrecer un excelente servicio y un buen sabor, pues según comentó, existen restaurantes con ofertas muy similares.
Fue así como Mann se dio a la tarea de crear un ambiente lleno de elementos propios de la cultura japonesa, de manera que la comida, la música, la atención y los detalles que se encuentran en cada esquina del restaurante, se confabulan para lograr ese propósito.
La decoración es muy importante, no queríamos un ambiente frío, por eso buscamos con tanto cuidado cada elemento, desde el bambú, los gatos, las mesas de vidrio con plantas incorporadas. En fin la idea era hacer algo diferente, un lugar que transportara al cliente al corazón de esa cultura.
El gancho cultural
Cada vez más las personas se interesan por conocer otras culturas, y por eso en Sho Gun hemos querido aprovechar ese interés y ofrecer un valor agregado. No nos limitamos sólo a servir comida japonesa, sino que tratamos de dar algo más al cliente para que aprenda, porque a todos nos gusta aprender.
Mann asegura que, desde que decidió abrir el restaurante, se dio a la tarea de investigar todo lo relacionado con esa cultura. En la embajada de Japón recibió mucha ayuda, pero también buscó gran cantidad de información en Internet.
Para compartir esa riqueza cultural con sus clientes encontró una forma muy sencilla y práctica de enseñarles algunos detalles. El restaurante cuenta con fichas tamaño carta con cierta información. De esa manera mientras las personas esperan por su comida, pueden conocer dónde y cómo nació el sushi, cómo utilizar los palillos, interesantes tips sobre etiqueta japonesa, además de aprender algunas palabras básicas y gran cantidad de detalles sobre esa milenaria cultura.
Mann comenta que además de la función de aprender algo diferente, las fichas en algunos casos sirven para romper el hielo. Son pinceladas que despiertan la curiosidad del cliente, hay parejas que vienen y se sientan a comer y no hablan. Cada uno mira para lugares diferentes y por lo menos estos detalles hacen que estas personas inicien y mantengan una conversación casual.
El menú
La cocina de Sho Gun está al mando de Wilfredo Campos, un experimentado Chef con más de 13 años de práctica en la cocina japonesa, por lo que no podríamos esperar encontrarnos un menú corto de opciones.
El cliente puede escoger entre 160 tipos de platos, entre comidas calientes y frías, algunas de ellos originales. Campos asegura que, aunque el restaurante es pequeño, la idea es ofrecer amplia variedad para que la gente no se canse de lo mismo.
Agrega que para aprovechar la riqueza del menú es necesario recomendar constantemente a los clientes probar platillos nuevos, pues según dice los ticos son dados a pedir siempre lo mismo.
El menú de Sho Gun fue creado pensando en un equilibrio, ya que combina lo tradicional con lo moderno.
Hemos tratado de mantener la cultura, ofrecemos los platos tradicionales que muchos han dejado de lado debido a la fusión, pero que no deberían dejar de salir, pero también ofrecemos alternativas de fusión, de manera que el cliente puede elegir, comentó Campos.