En Costa Rica
el café ha sido motivo de orgullo y parte fundamental de nuestra
identidad por muchos años. Desde nuestra primera etapa de vida nos
vemos seducidos por su aroma y sabor que decidimos adoptar como
sinónimo de bienestar.
Con el pasar del tiempo el consumidor ha
crecido en sofisticación y hoy sabe apreciar un buen café gourmet y sus
diferentes presentaciones.
En esta edición especial sobre la
bebida que alimenta nuestra pasión, nos sentimos contentos de poder
participar con un aporte que consideramos importante.
Preparar
café puede parecer una tarea sencilla al ser ejecutada por muchos de
nosotros varias veces al día. Sin embargo, preparar una excelente taza
de café es misión de profesionales. Y si cree que la diferencia no es
mucha, lo invitamos a descubrir los detalles que hacen la excelencia.
El
café filtrado, es el café que la mayoría de personas prepara y consume.
Su preparación varía desde la más rudimentaria como lo es la bolsa de
chorrear café, pasando por percoladores hasta llegar a los coffee
makers y a la prensa francesa.
Existen 4 componentes de una buena taza de café filtrado: el calor, la molienda, el tiempo y la proporción.
El agua que se usa para preparar el café debe tener la temperatura adecuada, justo por debajo del punto de ebullición.
La
molienda de café dependerá del tipo de instrumento con el cual prepare
su café, por lo cual debe asegurarse de que sea la adecuada.
Entre
menos tiempo pase el café en contacto con el agua mejor, ya que el
prolongado contacto entre ambos, desmejora el sabor del café.
La
proporción por su parte, es más un asunto personal, sin embargo,
consideramos que la proporción ideal es de una cucharada (10 g
aproximadamente) por taza de cinco onzas (150 ml).
Entrando en materia, hablemos del más pequeño y complejo de los cafés: el Espresso.
El
secreto de un buen Espresso se divide en cuatro componentes, las
famosas cuatro M's: La Máquina, la Mezcla, el Molido y la Mano del
barista.
Estos factores nos ponen frente a un gran reto, ya que el Espresso será solo tan bueno como la más débil de sus M's.
La
máquina debe estar en perfectas condiciones de mantenimiento para
entregar el agua a una temperatura ideal de entre 88°-92°C y a una
presión de entre 9 y 10 atmósferas.
La mezcla debe ser de un tueste
bien balanceado y a base de un surtido de granos que permita la
perfecta extracción de todas sus cualidades. El café debe estar bien
conservado y no debe permanecer demasiado tiempo en la tolva o en el
dosificador.
El molido debe dar como resultado una extracción de
entre 20 y 30 segundos para lo cuál necesitamos un molino bien regulado
y muelas en óptimas condiciones.
Y finalmente, la mano es la M más
importante, ya que debe vigilar sigilosamente sobre las otras tres M's
y reaccionar en caso de un fallo que no permita la elaboración de una
bebida de primera calidad.
Adicionalmente, es importante calentar la
taza antes de preparar la bebida para evitar un shock térmico que
desmejore la bebida.
La taza de Espresso perfecta, se reconoce por
ofrecer una capa de crema cerrada de entre 2 y 3 mm de espesor, de
color avellana con tendencia al marrón con reflejos rosáceos, aroma
rico y equilibrado, sabores difusos, persistentes y durables.
Esta taza de Espresso puede ser consumida pura o bien ser la base de bebidas como el Cappuccino, Mochaccino o Latte.
Café
Britt garantiza la mezcla del máximo esfuerzo con el máximo
conocimiento en las mejores condiciones para obtener un café gourmet
por excelencia.
Así le ofrecemos la materia prima perfecta para que lleve el arte a la taza.
Anímese a ofrecerle a sus clientes las bebidas de café más finas.
Apetito 67/ oct-nov 2008
