Aunque muchas personas adoptan una determinada marca de cerveza como su favorita, lo cierto es que cualquiera de ellas puede ser la mejor en algún momento especial.
También es importante probar la forma en que las diversas cervezas se complementan con distintos platillos. Según explicó Alfredo Echeverría, durante la charla Cerveza y Buena Mesa, hay tres formas en que la cerveza interactúa con el sabor de los alimentos y las tres comienzan con la letra c: cortar, complementar y contrastar. El ejercicio de experimentar con las tres c es toda una aventura gastronómica.
¿Qué significa cortar, complementar y contrastar?
¿Qué pasa cuando probamos un plato picante o condimentado y luego bebemos un poco de cerveza fría? El paladar se limpia y se despeja, por lo que el siguiente bocado nos sabrá como si fuera el primero. En ese caso, la cerveza cortó el sabor de los condimentos.
En el caso de platos fritos o preparados con queso, que son ricos en aceite, el sabor ligeramente amargo de la cerveza produce el mismo efecto. Cuanto más neutral sea el sabor de una cerveza, sin fuertes acentos de amargor o malteado -como es el caso, por ejemplo, de la cerveza Imperial-, se presta mejor para esta función de cortar los sabores de los alimentos.
En otras ocasiones, la cerveza complementa el carácter de platos tales como un ceviche o una ensalada, ya que hace eco a su frescura.
El complemento de sabores es lo que generalmente busca el conocedor de vinos. Es por eso que los vinos robustos, de gran cuerpo, acompañan carnes de caza y quesos de sabor fuerte, mientras que para mariscos, por ejemplo, se tiende a usar vinos blancos secos.
Un efecto semejante se logra con la cerveza. Las que son fuertemente malteadas, de gran cuerpo -como Bavaria- son especialmente aptas para acompañar carnes y quesos; en tanto que la Pilsen, que es seca y ligeramente amarga, es ideal para ceviches y mariscos en general.
Por otro lado, la cerveza contrasta con sabores simples y robustos como el de las pastas, el pollo a la parrilla o, incluso, el pan de un buen emparedado.
En estos casos, el que sobresale es generalmente el sabor de la cerveza y no el de la comida.
Ya sea que se escoja la cerveza para cortar, complementar o contrastar, tiene en ella una opción para acompañar el sabor de sus platillos predilectos.