"El
que no aplique nuevos remedios debe esperar nuevos males, porque el
tiempo es el máximo innovador."
En el
recorrer del día a día, al repetir nuestras acciones de
forma a veces monótona, podemos caer en la trampa de la
languidez y dejar de lado la innovación.
Hoy en
día, en que la tecnología se renueva continuamente,
descubrimientos acontecen cada segundo, ingeniosos inventos surgen,
debemos de tener en mente cada segundo, que si no le ofrecemos a
nuestros clientes algo más, algo especial y diferente, alguien
más lo hará. No se puede dar por sentado el hecho de
que por estar en un punto de equilibrio, estamos haciendo las cosas
bien y por ende, debemos de mantenernos en esa misma línea. El
cliente estará satisfecho hoy, pero mañana estará
esperando que usted exceda sus expectativas.
Realice
esta práctica al menos una vez por semana. Por al menos un par
de horas tome el lugar de su cliente. Siéntese en el
restaurante y almuerce, realice el check in y utilice una habitación.
Eso si, realmente tome el lugar de un consumidor. Viva la experiencia
de sus clientes. Sea crítico. Escuche y vea el sentir de los
demás clientes al estar recibiendo el servicio. Es mejor si
realiza la práctica solo. La mente tiende a ser más
receptiva con más estímulos y menos distracciones. Verá
que puede hacer muchas cosas más o hacerlas de otro modo para
que su empresa se vislumbre como activa y moderna.
Un factor
importante es el recurso humano. Ellos están en contacto
directo con los clientes y saben lo que éstos necesitan y
desean. Una vez en una junta de una compañía
dentífrica, se estaba deliberando sobre la forma en que
podrían incrementar las ventas e innovar su producto de modo
que éste se consumiera más. Un misceláneo que
escuchaba en una oficina cerca decidió interrumpir la reunión
y dijo: -Se han puesto a pensar en lo incómodo que es
abrir y colocar nuevamente la tapa de la pasta, además hay que
forzar muchas veces el tubo por estar hecho de aluminio.
Inmediatamente diseñaron una nueva presentación, tapa
adherida y el empaque de plástico flexible. Las ideas
innovadoras vienen de los lugares más inesperados.
Como verá,
muchas veces no se requiere de una gran inversión para darle
al clavo.
Muchas
empresas fracasan implementando los dos ingredientes más
importantes de la innovación: – La necesidad de crear el
ambiente idóneo, que incentive las nuevas ideas y la necesidad
de darle a las personas tiempo, motivación y las herramientas
para traer nuevas ideas y convertirlas en productos o servicios
novedosos o buenas prácticas para la empresa.
Los niños
son el mejor ejemplo de innovación. Desde la perspectiva de un
niño, todo es posible. Dado que su mente está
totalmente abierta, raramente considerarán una de sus ideas
como mala. Al contrario, cualquier cosa tiene un gran potencial. A
excepción claro, de las que para ellos puedan ser aburridas o
involucren algún vegetal.
Inicie
hoy, tómese el tiempo y comprométase a practicar cada
día. Innovación es la verdadera clave para hacer la
diferencia.
Apetito 66/ agost-set 2008