Imagínese elaborar un ceviche tropical, con leche de coco y jengibre o un dorado con curry de papaya.
¿Qué tienen de particular estos platillos? En ellos se mezclan ingredientes de diferentes partes del mundo, que fusionados logran novedosos y exquisitos sabores al paladar.
Esto es lo que ofrece al cliente el restaurante Calamoresca, ubicado en el Hotel Calaluna, en Playa Tamarindo de Guanacaste.
Griet Depypere, una de las propietarias del hotel, comenta que para ella la comida es todo un arte. El europeo crece con la mentalidad que la cocina es un arte y degustar buenos platillos es muy importante para nosotros, es por eso que en su hotel se han preocupado porque la cocina sea cada vez más novedosa.
Exóticos platillos de comida fusión
El restaurante se ha sumergido en el fantástico mundo de fusionar condimentos y especias de diferentes lugares con los platillos ticos, o platillos europeos condimentados con especias tropicales, de manera que se creen nuevos sabores. Es una mezcla entre la comida internacional y criolla, aseguró Depypere.
Y para muestra algunos platillos como el ceviche tropical, el cual es un ceviche tradicional pero combinado con jengibre, que es una especia asiática y leche de coco, más bien tropical.
También está el dorado en curry de papaya, que mezcla el sabor de nuestro pescado con el curry, especia traída de la India por la misma doña Griet y además combinado con la papaya, propia de nuestra América Latina.
Otro de los platillos es el pescado en hoja de banano, que da la apariencia de un tamal. Este pescado es aderezado con aromas asiáticos y crea un nuevo y exquisito sabor al ser mezclado con las hojas de banano, que le dan ese toque criollo costarricense.
Todo esto servido en un ambiente armonioso, donde la decoración y la música complementan la paz y tranquilidad que se busca cuando se está de vacaciones.
Especias y condimentos: toque innovador
Doña Griet comenta que ella viaja por todo el mundo, buscando las mejores especias para combinar con los platillos y lograr ese gusto exquisito.
Además, en sus giras siempre busca recetas nuevas y a la vez piensa en la manera de implementarlas en su restaurante, haciendo las combinaciones necesarias con la comida típica del costarricense y logrando a la vez nuevos sabores.
Es así como trae condimentos y especias de la India y toda Asia, y de Europa. Cuando llega a Costa Rica, con sus nuevas recetas, pone las ideas bajo la tutela de su chef, Luis Briceño, oriundo de Guanacaste, pero con un don especial para la cocina, quien con mucha facilidad y en pocos días logra dar el punto exquisito a los platillos.
Y es que Calamoresca ha tenido muchos chef de nacionalidades europeas, pero ninguno como Luis, que a pesar de que creció comiendo arroz y frijoles como platillo básico, hoy es uno de los mejores que he conocido en el mundo, aseguró doña Griet.
Para ella, el éxito de sus platillos es la buena cocina de su Chef y la facilidad que tiene para captar las novedosas ideas que ella trae de tierras lejanas en cada uno de sus recorridos por diferentes partes del mundo. A