La demanda define la oferta y es por esto que mucho tiene que ver lo que están consumiendo las personas con el comportamiento de la industria. A esta realidad no escapa la industria alimentaria nacional, que ha tenido que hacer girar el eje de innovación en torno a la salud, esto debido a una oleada de consumidores informados e interesados en estilos de vida más saludables.
“Pese a que la industria alimentaria sigue buscando ofrecer placer, lo que es igual a sabor, se está presentando un amplio grupo de consumidores interesados en cuidar su salud, es por esto, que en el país los productos libres de gluten y lactosa, cereales, avenas, chía y productos bajos en sodio son tendencia en producción”, Aida Castro, mercadóloga de Mersalud.
Según estudios internacionales proporcionados por Mersalud, un 22% de los consumidores se ven influenciados por lo que ven en redes sociales, sin embargo, la mayoría compra o consume un producto bajo la influencia de lo que se dice en el entorno familiar, seguido de lo que dice un nutricionista o un médico.
¿Qué está consumiendo el costarricense?
Datos explicados por Rulaman Vargas y Catalina Barreda, nutricionistas de Mersalud y quienes se basaron en el Estudio Inciensa-Nutrición UCR, 2018, revelaron que un 33% de los adolescentes ticos, tiene sobrepeso, además los adolescentes del área rural comen más frutas y verduras que los del área urbana.
Por otro lado, el 80% del azúcar consumido por los jóvenes que sirvieron como muestra para este estudio proviene de azúcar agregado o añadido. Dicho estudio reveló que las mujeres comen más semillas, frutas y galletas, mientras que los hombres comen más huevo, carne y bebidas con azúcar.
“Ocho de cada diez adolescentes realizan los principales tiempos de comida (desayuno, almuerzo y cena). Los hombres por ejemplo, hacen más la cena que las mujeres y ellas sobresalen por tener más en cuenta los tiempos de merienda”, expresó Vargas.
La población adulta por su parte, presentó un mayor índice de sobre peso en mujeres y a nivel general un 30% de los encuestados adultos tenía esta condición. La sustitución de agua por bebidas azucaradas y el bajo consumo de frutas, leguminosas y vegetales, así como el sedentarismo son posibles causas de este resultado.
Los adultos costarricenses reportan comer muchos granos, pastas y panes, así como carnes y huevo. Asimismo, se estima que esta población obtiene gran parte de su energía de carbohidratos refinados, azúcares y grasas.
Aproximadamente un 28% de las personas leen las etiquetas de los alimentos, las cuales ya tienen en algunos países mensajes específicos de alerta. Desde 2011 no se realiza en el país ninguna modificación al sistema de guías y etiquetas.
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