Para obtener el éxito en un restaurante o en un hotel, no sólo es necesario contar con excelente comida y buen servicio, también es indispensable que el cliente o el húesped se sienta como en casa.
Según indican expertos en arquitectura y decoración de interiores, eso se logra en buena parte con la forma en la que se diseñe y se decore el lugar.
Dentro de los aspectos que se deben tomar en cuenta para atrapar al cliente están la iluminación, los acabados, la ventilación, los colores y principalmente el estilo propio del local.
Como explica Marco Mora, especialista en diseño interno, de la compañía Spazio y Asociados, lo primero que se debe hacer al crear un hotel o un restaurante es darle una identidad, un concepto que lo diferencie de los demás. Después se debe establecer un esquema de color, junto con la iluminación y la ventilación.
«Esto es muy importante para el confort del cliente. Hay que recordar que todo entra por la vista por lo que es necesaria una congruencia entre lo que se ofrece en el menú, el sector del mercado al que se quiere llegar y el tipo de ambiente en el que va a estar inmersa la persona».
Sello propio
El arquitecto Fernando Ríos, especialista en interiorismo, está de acuerdo con Mora, al destacar lo necesario que es darle un énfasis ya sea al restaurante o al hotel.
«Lo más recomendable es buscar un tema, un elemento especial que distinga al lugar de otros. Antes de los años setenta las personas eran poco exigentes; en el caso específico de los restaurantes sólo buscaban buena comida, pero los hábitos y estilos de vida han cambiado y ahora la gente asiste a lugares que además les brinden estatus».
Es necesario tomar en cuenta el color, ya que puede incidir no sólo en el estado de ánimo sino en la percepción misma del lugar.
En cuanto al diseño interno de restaurantes, el arquitecto Ríos afirma que en la actualidad hay una tendencia hacia lo natural.
Alberto Réifer, arquitecto que creó algunos locales de la empresa de comidas rápidas Burger King y Bagelmens, en Barrio La California, cree que lo más importante es la creación espontánea, aunque hay una tendencia hacia las construcciones neocoloniales, principalmente en oficentros y residencias y es más libre en hoteles y restaurantes.
Reifer explica que cuando diseñó los restaurantes de comida rápida trató de «amarrar la imagen externa del lugar con el entorno que lo rodeaba».
Respecto a los locales de «fast food», Marco Mora dice que la decoración de este tipo de restaurante es diferente, ya que no se busca una larga estadía del comensal, al contrario, se diseñan de forma que la gente se quede el menor tiempo posible.
Diversidad eficaz
En la decoración de las habitaciones para un hotel, el arquitecto Ríos señala que todo depende del concepto del local, «aunque es conveniente el uso de colores pastel y poner especial cuidado en los baños, ya que las personas orientan mucho su atención a este espacio».
Marco Mora explica que para decorar un espacio, además de tomar en cuenta la iluminación, los colores, los materiales y acabados, hay que tener en consideración la vajilla, la cristalería, las flores e incluso la presentación de cada plato.
Para Alberto Réifer, los detalles exteriores también son importantes. El explica que ahora se está optando por el uso de lajas, enchapes y materiales naturales pues permiten una mayor durabilidad de la obra.
El diseñador de interiores Marco Mora considera importante observar algunos aspectos de la decoración en los hoteles, de acuerdo al tipo de visitante.
Así, por ejemplo, recomienda a los hoteleros que atienden el público ejecutivo preferir tonos verdes, neutros y algunos azules, con texturas muy definidas tanto en la tapicería, como en el mobiliario y los cubre camas.
«El ejecutivo es de líneas y tendencias muy claras por eso es bueno elegir muy bien cada uno de los elementos que estarán en la habitación».
La ubicación es otro elemento a tomar en cuenta, ya que «el entorno ejerce una impresión en el cliente». El especialista agrega que en espacios muy grandes, la aplicación del color es totalmente diferente a la que podría aplicarse a lugares pequeños, aunque en ambos casos es bueno usar tonos neutros como los crema, salmón, tierras cálidos, contrastados con acentos fuertes de color oro, naranja y rojos.
Algunos restaurantes obtienen buenos resultados cuando involucran dentro de la decoración parte de los alimentos que se sirven en el lugar. Este es el caso de los lugares dedicados a la venta de mariscos, los cuales pueden tener peceras con langostas u otras especies comestibles que ambienten al comensal.