El proyecto de Ley de Solidaridad Tributaria que actualmente se encuentra en discusión en la Comisión de Hacendarios de la Asamblea Legislativa, amenaza con restarle competitividad al sector turístico nacional, en caso de ser aprobado por los diputados.
Dicho argumento es la principal conclusión que el sector turístico nacional encabezado por la Cámara Nacional de Turismo (CANATUR), expuso ante la Comisión de diputados que analizan el proyecto. La posición expuesta por CANATUR, es avalada por otros representantes del sector como la Cámara Costarricense de Hoteles (CCH), la Asociación Costarricense de Tour Operadores (ACOT) y la Cámara Costarricense de Restaurantes (CACORE).
CANATUR califica el proyecto de Solidaridad Tributaria como un nuevo paquete de impuestos, el cual le restaría competitividad al país en materia turística, ya que actualmente hay actividades del sector que están exentas del pago de impuesto de ventas, por lo que la aplicación de este gravamen, implicaría que dichas actividades incrementarán sus costos en un 14% por concepto del Impuesto del Valor Agregado (IVA).
Juan Carlos Ramos, Presidente de CANATUR, expresó su preocupación ya que el sector apenas comienza a estabilizarse, e inquieta que el turista pague por los nuevos recargos, obteniendo un producto turístico a un mayor costo.
“La aplicación del 14% por concepto del IVA, es un monto que se le estará trasladando al consumidor final, quién percibirá que el país es más caro en comparación de otros destinos turísticos competidores, lo cual, de por sí, ya es algo que se habla en el mundo del turismo”, indicó Ramos.
Otro punto de gran preocupación para el sector, es la implementación de un impuesto del 1,5% mensual sobre las utilidades, que representaría una fuerte salida no contemplada para un sector donde el 80% de los negocios califican como pequeñas empresas.
“No es aceptable pensar en un impuesto mensual sobre las utilidades para un sector donde las pequeñas empresas son mayoría. Producto de la crisis, la recuperación de las cuentas por cobrar se están dando entre los 60 y 90 días, por lo que lo anterior puede traer grandes problemas, si le sumamos a esto, la situación crítica que viven las empresas turísticas en su flujo de caja”, aseveró el jerarca de CANATUR.
Ramos recalcó que no le parece prudente que se esté trabajando en una reforma a diferentes impuestos cuando hay otros proyectos de Ley que siguen siendo evaluados en la Asamblea Legislativa, como el impuesto a las sociedades anónimas, el impuesto a los casinos y el proyecto de Transparencia Fiscal.
Por otra parte, el proyecto de Ley no hace mención de cómo se va a regular la informalidad, debido a que el Gobierno solo se está enfocando en crear nuevos impuestos y aumentar los existentes, por lo que CANATUR considera fundamental procurar el cumplimiento del pago de gravámenes de aquellos que evaden el fisco.
Juan Carlos Ramos, acotó que si la necesidad del Estado es recaudar ¢500.000 mil millones de colones, se deben evaluar diferentes alternativas por mejorar antes de pensar en una reforma tributaria, entre las que destacan mayor eficiencia en la recaudación de impuestos, evaluación de los superávits del sector público, disminución de los presupuestos de información, publicidad y propaganda, así como disminución de otros rubros como el gasto en alimentos, bebidas, transporte y viáticos al exterior.
El sector turístico considera que no es el momento oportuno para discutir nuevos impuestos y que el Gobierno debe estimular la producción y la generación de empleo formal, así como mejorar la competitividad del país.
