El color es primordial en la decoración, de él depende muchas veces que un espacio luzca mejor de lo que ya está o que toda la inversión en elementos decorativos que se haya hecho no sirva para nada, pues es el elemento que encierra la decoración.
Existe toda una teoría sobre el color y su uso, pero básicamente lo que debemos conocer es que existen colores fríos y cálidos.
Los fríos son la gama de los azules, verdes y violetas, los cálidos son los amarillos y los rojos, en ambas gamas existen tonalidades claras y oscuras.
A la hora de elegir un color se debe partir de los elementos decorativos que ya se tienen, para producir armonía; si por el contrario, se está empezando de cero es más sencillo escoger, pues las posibilidades son ilimitadas, todo depende de lo que se quiera lograr con ese espacio. Otros aspectos a considerar son la arquitectura, la luz del lugar y el tipo de espacio.
Los colores cálidos son más estimulantes, por eso en los restaurantes de comida rápida utilizan los rojos, anaranjados y amarillos fuertes, por el contrario los fríos son relajantes, si uno quiere un restaurante más relajado, donde se disfrute la comida y se tome una copita de vino es preferible usar los colores fríos. Además la elegancia siempre está en la sobriedad manifestó, Marta Mora, profesora de decoración de interiores de la Casa del Artista. Tampoco olvide que actualmente existen las técnicas de acabado de paredes que pueden realzar mucho la decoración.