Tener vinos en consignación. De esta manera podrá ofrecer más variedad.
Tener una carta de vinos bien diseñada. Después de que clasificamos nuestra carta por países y regiones, se nos incrementó la venta.
Promocionar un vino por mes y tener un letrerito en la mesa anunciando la oferta.
Ofrecer el vino de primero.
Tener especiales del día. La gente viene a nuestro restaurante a relajarse, no a tomar decisiones. Ofrézcales un vino específico, se lo agradecerán.
Escoger la copa adecuada. En nuestro restaurante los vinos de cierto precio se sirven en copa de cristal.
El ambiente. Si cuidamos los detalles como la decoración, la luz y ofrecemos un clima idóneo, el comensal estará listo para pedir un vino.
Capacitar al personal: el salonero es el mejor vendedor.
Dannia Esquivel,
Gerente General
Restaurante Le Monastère