Cuenta la historia que hace mucho tiempo llegó a nuestra península de Osa un pirata llamado Sir Francis Drake. De inmediato, quedó prendido de su hermosa naturaleza y decidió dejar allí su tesoro. En honor a este caballero se le llamó a este encantado lugar, Bahía Drake. Muchísimos años más tarde, en 1993, Bradd Johnson y William Joyce visitaron la Bahía. No son piratas, todo lo contrario, ambos decidieron poner un águila para vigilar el tesoro más grande del lugar: el bosque Tropical lluvioso de Costa Rica.
Un hotel único en su clase
La aventura comienza en San José, donde se toma una avioneta a Palmar Sur, luego un taxi para llegar a Sierpe y de allí un bote para finalmente llegar a Bahía Drake. El hotel cuenta con dos plantas de electricidad para proveer este servicio las 24 horas. También tiene pozo propio para el agua potable.
Escondidas en la montaña, sus trece habitaciones encierran la brisa del mar, el encanto de la bahía y la hospitalidad de su gente. Con sólo abrir la puerta de su habitación se encontrará dentro de un bosque con senderos que lo llevarán a observar una inmensa gama de pájaros, animales y plantas exóticas.
El turista que llega es 100% extranjero y nos visita porque ama la naturaleza tal y como es, aseguró Pedro Garro, gerente in sitio de Aguila de Osa Inn. Por esta razón, el hotel ofrece varios tours ecológicos como: caminatas al Parque Nacional de Corcovado, buceo y snorkeling en la Isla del Caño, pesca deportiva, cabalgatas, canopy, tours de noche y kayacs.
Los tours están diseñados para cierto número de personas, con el fin de que el huésped pueda conocer y aprovechar al máximo de la aventura. Por su parte, para disfrutar de la pesca deportiva, el hotel posee botes profesionales. Si alguno de nuestros clientes pesca algo, el chef se encarga de prepararlo para que pueda comerlo, detalló Garro.
Como en casa
Debido a lo lejano del lugar, sus propietarios se preocupan siempre de tener los ingredientes necesarios para elaborar los platillos más suculentos y deliciosos de la zona, según su gerente. Ellos cuidan de que sus huéspedes se sientan cómo si estuvieran en casa.
Se ofrece comida tanto internacional como local con un sabor muy tropical. Los cocineros de Aguila de Osa han sido entrenados por chefs internacionales. Ofrecen platillos a base de mariscos, pasta y vegetales preparados cuidadosamente para sus clientes.
Hay ingredientes que se compran en los lugares cercanos, pero otros como los mini vegetales, algunas salsas y licores, así como ingredientes para comida oriental se traen de San José por avión.
No sólo la flora y la fauna del lugar, sino también su ubicación hacen de Aguila de Osa Inn un lugar que se debe visitar. Tatiana Holness, gerente de Mercadeo del hotel, comentó que para atraer a los turistas recurre a agencias de viajes y a su propia página en internet, www.aguiladeosainn.com. Sin embargo, su mejor publicidad son las recomendaciones que hacen sus propios clientes a otras personas.
Este hotel está diseñado para personas que desean huir del ruido y la contaminación de la ciudad, pero a la vez sentirse como en casa.