«Ninguna botella es igual a otra, algo que no se puede decir del resto de las bebidas. Es un elemento vivo cuyo sabor se transforma con el paso del tiempo y por el cambio de las circunstancias. Pocos se pueden negar a disfrutar de todos estos fascinantes detalles que ofrece el vino», comenta Pablo Carnevale, vicepresidente de Grupo Pampa, sobre una bebida que poco a poco va ganando más terreno.
Con una tasa de crecimiento que oscila entre el 5% y el 7% anual, un consumo de aproximadamente 200 mil cajas al año y un aumento de las importaciones en un 96% entre 1995 y el 2000, el vino presenta un comportamiento diferente al resto de licores que se venden en el país.
Carnevale cree que en los últimos 10 años el tamaño del mercado se ha duplicado y el crecimiento se refleja claramente en el incremento en las ventas, las importaciones de la propia empresa y en la variedad de marcas, países, regiones y sub regiones representadas. Además del creciente interés del público en los cursos que ofrecen sobre el tema.
Pedro Verdú, gerente de área de vinos Vallformosa, afirma que en los últimos cinco años podría hablarse de un aumento del 100% en el consumo, aunque sigue estando lejos de los estándares de los países con tradición.
A futuro, el crecimiento va aumentar, según comenta Verdú, porque es una bebida con mucho potencial. «La región en general y Costa Rica en particular tiene que aumentar aún más su consumo porque el estándar que se