Ricardo Alpízar es turrialbeño de nacimiento pero desde los 18 años vive en San José. Esta provincia no sólo le ha permitido formar una familia sino también consolidar su profesión como chef.
Desde hace 23 años labora para el restaurante Rías Bajas; por eso está tan familiarizado con todo tipo de platillos españoles, especialmente con los que se hacen a base de productos marinos.
Gracias a que su hermano trabajaba como salonero en el lugar, don Ricardo encontró trabajo como pinche de cocina y descubrió su vocación y su amor por la gastronomía.
Su mentor fue don Manolo Blanca, un español que ocupó el cargo de chef ejecutivo y el que le enseñó a dar vida a cada uno de los platos que se preparan en Rías Bajas.
«Aunque empecé en el área de mesa fría con las ensaladas y los cocteles, él me enseñó a preparar las cremas, las sopas y los mariscos».
Claves para triunfar
La vocación y la entrega de don Ricardo le permitieron ascender rápidamente en su trabajo. Sólo estuvo dos años como pinche de cocina, luego pasó a segundo cocinero y desde hace cuatro años ocupa el puesto de chef general.
Alpízar considera que las llaves del éxito están en el amor con el que se haga el trabajo, la velocidad con la que preparen los platos y el empeño con el que se realicen las tareas diarias.
«Lo primero es aprender a hacer las cosas de forma correcta y tener amor al trabajo».
Además, considera indispensable informarse y formarse a través de la lectura y de los cursos gastronómicos que se imparten en el país. «Es muy importante asistir a talleres y leer revistas de cocina para ir surgiendo».
Don Ricardo admite que es necesario transmitir los conocimientos a sus subalternos, no sólo para colaborar en la superación de los nuevos cocineros sino para beneficio del propio restaurante, pues los procesos se agilizan.
«Ha sido como una cadena, a mí me enseñó don Manolo y yo le he enseñado a otros muchachos. Es muy necesario».
Buen accionar
La sencillez que lo caracteriza y la actitud positiva que le imprime a cada una de las labores que realiza se evidencia en su comportamiento diario y así lo constata Katia Ortega, encargada de mercadeo del restaurante.
«El siempre está muy dispuesto a aprender y ha ascendido a base de esfuerzo. Además tiene una buena cuchara, es un empleado muy leal y es muy rápido».
Entre las recetas preferidas de don Ricardo están todas aquellas que se elaboran con langosta, pues según explica el chef, es un producto muy delicado del que se pueden obtener infinidad de platillos.
Por sus manos han pasado cientos de ingredientes, y con ellos ha preparado miles de platillos, sin embargo el sabor de cada comida se mantiene intacto, porque tiene el toque especial de Ricardo Alpízar.
