El próximo 7 de octubre el pueblo de Costa Rica decidirá el futuro comercial del país al votar Sí o No en el referéndum, elecciones que definirán si se aprueba o no el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos (Cafta por sus siglas en inglés).
Como industria de servicios, el turismo nacional es una de las muchas áreas en las que influirán de manera directa el resultado de estas votaciones.
Estados Unidos: principal mercado
Durante el 2006, el 43% de los turistas que ingresaron al país provenían de Estados Unidos; además, el 56% de los extranjeros que ingresaron por los aeropuertos son de nacionalidad estadounidense.
Alfredo Volio, dirigente del grupo a favor del TLC, Alianza Ciudadana del Sí, manifestó que el principal socio comercial del turismo costarricense es Estados Unidos.
Al menos 400,000 empleos dependen directa o indirectamente del turismo, por lo que podría afirmarse que cerca de la mitad dependen del mercado turístico estadounidense.
Volio explicó que en caso de ganar el No en el referéndum, habría una posible disminución del principal turista que actualmente ingresa al país, pues la posibilidad de negocios para ellos se reduciría.
Por ejemplo, los viajeros quieren conocer el lugar donde se encuentran instaladas tantas empresas que forman parte del Top Ten de la Revista Fortune 100, muchas de las que se retirarían de Costa Rica en caso de rechazar el Cafta, agregó Volio.
De negocios o de vacaciones
Gustavo Segura, Gerente General del Hotel Ramada Herradura, concordó con que, ante un eventual gane del No en el referéndum, habría un estancamiento del ingreso de turistas extranjeros que visitan el país por motivos de negocios y a mediano plazo una reducción de estos viajeros.
Además, opinó que el turista extranjero vacacional también disminuiría en un mediano plazo, pues muchos de estos visitantes conocen el país en viajes de negocios y, ante una posible disminución de este tipo de viajes, disminuirán también los vacacionistas.
Por otra parte, en cuanto al impacto en gastos, Segura mencionó que es posible un aumento en los precios de los productos de importación, pues sin el Cafta, habrá que pagar aranceles de hasta un 20%.
Guillermo Alfaro, Gerente de Operaciones del Hotel Irazú, agregó que, aún cuando el turista nacional es un mercado pequeño, también podría verse disminuido a mediano plazo, pues es posible que las personas eviten gastos innecesarios, tales como la recreación, hasta ver como se comporta el mercado luego del Cafta. Claro, esto podría ocurrir en caso de que ganara el Sí o el No, en cualquiera de los dos, porque la gente esperaría a ver si la situación los va a afectar directamente.
Cabe resaltar que ambos hoteleros coincidieron en que el impacto ante un gane del No sería llevadero y no devastador. El mercado se acomodará a las circunstancias, habrá que racionalizar costos y talvez no todas las empresas aguanten, pero el país saldría adelante, opinó Segura.
Gaudelio Zúñiga, Gerente General Eco Quintas, empresa nacional de venta de terrenos, concordó que habría una posible disminución de la inversión extranjera en el área de los negocios, pero en el turista vacacional tal vez no. El que desea pasear o inclusive vivir en el país podría seguirlo haciendo con o sin Cafta.