De acuerdo con información dada por The New York Times, la Oficina de Salud de la ciudad de Nueva York anunció que hasta el próximo 1 de julio los restaurantes de esa ciudad tendrán la posibilidad de eliminar de las comidas todos los aceites, margarinas y demás ingredientes que contengan más de medio gramo de grasas saturadas, incluyendo panes, pasteles y aderezos.
Se trata de una regla que busca prohibir el uso de grasas artificiales en la comida de los restaurantes.
Mientras la medida contra el uso de las grasas saturadas logra captar más la atención, la Oficina de Salud sugiere inicialmente que los restaurantes, sobre todo los de comidas rápidas, desplieguen en la carta del menú o cerca de las cajas de pago, el contenido calórico de las comidas.
Inspectores de salud serían los encargados de reforzar esta medida. Ellos verificarían los alimentos usados en las cocinas de los restaurantes y evaluarían la cantidad de grasas saturadas que contengan. Quienes violen esta medida deberán enfrentar multas de por lo menos US$200.
No estamos quitando la posibilidad de que la gente vaya y coma lo que quiera, en la cantidad que quiera. Sólo tratamos de que la comida sea elaborada de la mejor manera posible, comentó Michael R. Bloomberg, alcalde de Nueva York.
Según la publicación, expertos en el tema argumentan que eliminando las grasas saturadas, el sabor de las comidas no cambia. Sin embargo, chefs y dueños de restaurantes, dicen que difícilmente se puede reproducir el sabor y la textura de algunos alimentos cuando se suprimen este tipo de grasas.
Días después de anunciada la medida, algunas cadenas hoteleras como Loews adelantó que para junio del 2007 ninguna de sus instalaciones en EE.UU. y Canadá ofrecerá comidas preparadas con grasas saturadas.
