{mosimage}El diseño de la iluminación de un local gastronómico, junto con su arquitectura, constituye el primer mensaje perceptivo que los clientes reciben para identificar frente a qué tipo de local están: la iluminación debe integrarse de manera sinérgica con la estrategia de marketing de cada negocio para atraer clientes, generar el clima propicio en el ambiente y diferenciarse de la competencia.
Una de las herramientas fundamentales e imprescindibles para crear un clima apropiado lo constituye sin lugar a dudas LA LUZ.
Una adecuada iluminación enriquece el espacio donde la estética adquiere relevancia y es la que va a dar la personalidad del local. Ésta puede recrear el estado de ánimo de los comensales, su permanencia y hasta qué tipo de público (target) necesitamos y seleccionaremos para nuestro negocio.
Uno de los trabajos de los propietarios es investigar y definir de antemano qué tipo de perfil le vamos a imprimir a nuestro local gastronómico, para que la iluminación sea el primer mensaje perceptivo para identificar frente a qué tipo de negocio estamos.
Así, por ejemplo, si hablamos de restaurantes, una luz tenue, con diferentes efectos y puntos luminosos sobre los centros de mesa, invitan al público a una degustación tranquila con charlas placenteras, ideales para atmósferas cálidas y sensuales. Sumaremos como efecto secundario en este caso que la gente habla en voz baja, profundizando aún más el clima buscado.
En otro caso, una iluminación pareja, intensa y plana invita a una comida más rápida, sin distracciones y de mayor circulación de público. Nos remite al movimiento.
Por la luz, vemos los objetos, nos permite concebir la forma, reconocerlas y junto con el color y la textura, formar una imagen integral. El color de la luz o la temperatura de color va a marcarnos la escala cromática de una fuente, así por ejemplo con una lámpara incandescente habrá una emisión de luz cálida y con un tubo fluorescente (luz día) o un mercurio alogenado, tendremos un efecto de luz fría.
Estos dos casos simples son dos extremos de una amplia gama intermedia de posibilidades, donde la temperatura de la fuente y el tipo de artefacto resolverá la intención buscada. Si queremos destacar una mesa con una vajilla de porcelana con cubiertos plateados, lo ideal será incidir un rayo de luz fría sobre ella y obtendremos un espectacular brillo en la platería y mayor blancura en las losas blancas.
Podemos buscar también en la espacialidad del local, efectos escenográficos, cielorrasos suspendidos (con gargantas perimetrales), planos independientes (con rajas continuas), etc.
Tipos de iluminación del restaurante
Cuando hacemos un proyecto de iluminación, podemos clasificarla en 3 tipos: una general, otra de trabajo, y otra de destaque o decoración.
La general, podemos asociarla como la primera, mínima e imprescindible que necesitamos para el normal desenvolvimiento del local: a grandes rasgos tiene que ser difusa, envolvente y no producir sombras duras sobre las paredes y mucho menos sobre las personas, causando esos efectos fantasmagóricos.
La segunda, la de trabajo, podemos circunscribirla dentro de las áreas de servicio, como por ejemplo cocina, depósitos, vestuarios, etc., clásicos artefactos de tubos fluorescentes, donde el único cuidado que habrá que tener a la hora de definir su ubicación, es no colocarlos atrás de las mesadas de trabajo donde el personal trabajará, para evitar el cono de sombra.
La tercera y la última, la de decoración o destaque, tiene la gran responsabilidad de crear el clima y el toque artístico del lugar.
Conjuntamente con la primera le darán la identidad al local gastronómico, característica tan importante hoy para diferenciarse de la competencia.
La misión de la iluminación es la de crear un centro de interés del local y muchas veces no sólo aportan en la decoración sino que es el protagonista de la escena, en torno al cual girará la decoración del local.
La cantidad de centros de interés tiene que ser acotada ya que si existiera una multiplicidad de ellos producirían un desinterés en el conjunto.
En ocasiones estos artefactos de iluminación se transforman en objetos escultóricos donde pierden la función de iluminar y son elementos artísticos visuales.
Por último, está claro que sólo mediante el uso adecuado de la iluminación de un local, se puede sumar a la estrategia de marketing y aumentar la cantidad de público.
Fuente: Arquitecto Roberto Buffadossi www.espaciogastronomico.com.ar
En la foto:
En el restaurante Bacchus, en Santa Ana, los propietarios tomaron en cuenta las recomendaciones del arquitecto Edgardo Mora, quien hizo la remodelación de la casa para dar al restaurante un ambiente cálido. Se jugó con la arquitectura de la casa, los colores de las paredes, los ambientes de luz y la galería de arte que proyecta un ambiente elegante, pero a la vez cálido para una buena conversación en compañía de vino y comida mediterránea.