El sabor a Italia en medio de una estratégica playa de Guanacaste, es la combinación que vio nacer y ha impulsado al hotel Villaggio Flor del Pacifico.
El sabor a Italia en medio de una estratégica playa de Guanacaste, es la combinación que vio nacer y ha impulsado al hotel Villaggio Flor del Pacifico.
Las historias de amor pocas veces admiten más de dos, pero en este caso, aunque los enamorados son muchos, no hay espacio para celos.
Todo comenzó hace siete años cuando Lorenzo Monfrini y Maurizio Brighenti, dos italianos que visitaron nuestro país quedaron enamorados de Costa Rica y no tuvieron más remedio que rendirse a sus encantos.
Ellos decidieron regresar para construir una villa al estilo italiano, aventura en la que se les unieron otros amigos.
Así nació en 1999 la primera etapa de Villaggio Flor de Pacífico con 34 villas. El proyecto no tardó en dar sus frutos y dos años después estarían celebrando la apertura del Villaggio 2, con 66 villas y para finales de este año otras 50 villas abren las puertas de una tercera etapa.
El crecimiento no se detiene, y ya se encuentra en proyecto el cuarto Villaggio, para un total de 58 mil metros cuadrados de terreno.
Dentro del proyecto de la tercera etapa del Villaggio, hay un Centro Comercial, con 16 locales, donde los visitantes podrán encontrar una heladería-café, supermercados, tienda de souvenirs, ropa, cosméticos, renta car, consultorio médico, guardería infantil, servicio de fotocopiado, revelado, internet, restaurante de comida rápida, y hasta una capilla.
La idea es ofrecer al turista una opción económica, con servicio agradable, y que no sienta que está en un hotel, sino en un pequeño pueblo italiano, con plaza, iglesia y café, comentó Rodolfo Vargas, Director General del proyecto, ubicado a 600 metros de Playa Potrero, en Guanacaste.
Combinación perfecta
Villaggio Flor de Pacífico está diseñado para complacer todos los gustos. Sus huéspedes encuentran un lugar ideal para alejarse del resto del mundo ya que, al no encontrarse en el corazón de las principales ciudades de Guanacaste, en sus jardines se respira tranquilidad.
Al mismo tiempo, su estratégica ubicación permite estar a sólo minutos de las mejores playas de la zona, tales como Penca, Potrero, Conchal, Brasilito, Pan de Azúcar, Flamingo, Baula, Tamarindo, entre otras.
El hotel ofrece servicio de transporte a la playa cuatro veces al día, además en playa Penca cuenta con un rancho equipado con bebidas y servicio sanitario.
En el hotel se coordinan diferentes tours, desde un viaje en Kayak a playas sin acceso terrestre, con snorkeling, refrigerio y caminata por el bosque seco; canopy; o si el huésped prefiere algo más relajante puede probar el paseo en velero al atardecer, que sale desde Flamingo, también con bebidas, snakcs y snorkeling incluido.
Sabor a Italia
Aunque todas las villas se encuentran equipadas para preparar alimentos, el hotel también se propuso conquistar a sus clientes con el irresistible sabor del restaurante italiano, cuya sazón es fiel a sus raíces.
En una combinación de comida Italiana y de mar, el restaurante del Villaggio logra un exquisito menú de variedades culinarias, que van desde la pasta al pomodoro, pasando por la pizza y la pasta de fruti di mare, hasta el aromático arroz con calamares.
Los precios del menú oscilan de los ¢1,500 a ¢3,500 por persona en una cena, con entrada, refresco, plato fuerte y postre.