Gastos como agua, insumos de limpieza, contra reducción de capacidad, son algunas de las cosas que afectarán los presupuestos de los hoteles.
La situación económica a nivel mundial para el turismo es bastante delicada y ya los especialistas hablan de una nueva realidad para todas las actividades económicas, se ha iniciado el aceleramiento de la cuarta revolución y sin lugar a duda las nuevas normas sanitarias y de distanciamiento social crearán novedosos modelos de gestión en el ámbito de la hospitalidad.
De acuerdo con el Máster Marco Vargas Siles, Contador Público-Especialista en Materia Tributaria y financiera, socio de la firma Vargas Vargas & Asoc, según los especialistas en hotelería, en el futuro cercano se debe prever una serie de cambios en los servicios que tradicionalmente se venían prestando en los hoteles y cambio del paradigma del servicio personalizado como uno de los elementos diferenciados y ampliamente cotizados cuando se recibía un servicio de hotelería.
“No obstante lo anterior se señala que la nueva hotelería abandonará el servicio personalizado tal como los servicios de botones, el room service a la habitación, los servicios de spa, el servicio buffet, entre otros, así lo indico Christopher Anderson profesor de negocios de la Escuela de hoteles de la universidad de Cornell, pero a la postre como cualquier negocio que significa este cambio de modelo de negocios desde la óptica financiera, sin lugar a dudas un aumento de los gastos de la operación y una disminución de los ingresos”, señaló Vargas.
Según Marco Vargas, es de esperar que las nuevas tendencias que están obligando a la hotelería a brindar seguridad a sus clientes mediante la implementación de amplios protocolos de aseo, instalación de equipos tendientes a evitar la propagación de virus como las cámaras aislantes en las vegas o los rayos de luz ultravioleta en hoteles de Asia, se traducirán en una nueva cascada de costo y gasto para los hoteles.
“Pero como señalaba, a esto se debe unir al hecho predecible de una disminución de los ingresos por la necesidad de generar experiencias con grupos reducidos como por ejemplo los tours o actividades recreativas que los hoteles usualmente de alguna manera “masificaban” con el fin de maximizar sus rendimientos. De lo anterior es conveniente iniciar un proceso sistematizado de las diversas líneas de gastos con el fin de realizar una estimación objetiva del posible aumento en las diversas líneas de gastos y disminución de ingresos”, señaló Vargas.
A lo que, según el experto en finanzas, se pueden considerar gastos tales como:
- a) agua que sin lugar a dudas sufrirá un aumento de forma que los huéspedes tendrán mayor recurrencia en el lavado de manos.
- b) insumos de limpieza que se están utilizando con mayor frecuencia para garantizar algún nivel de sanitización de las diversas áreas.
- c) el distanciamiento social que provocara que los ingresos disminuyan producto de la reducción de la capacidad con el fin de ofrecer la distancia recomendada por los expertos o cabinas de aislamiento que algunos restaurantes están iniciando a utilizar. d) el uso de elevadores o vehículos de movilidad de transportes disminuirán su cantidad de clientes que genera un incremento en el costo.
- e) el refuerzo de recursos humanos con el fin de aumentar la atención de la limpieza.
“Algunos cálculos preliminares efectuados por nuestro despacho a modo de simulación del incremento de los gastos y disminución a ingreso hemos estimado que los ingresos se pueden reducir hasta un 10% y los gastos aumentarían en promedio alrededor de un 4% a un 6% con relación a los ingresos, esto sin profundizar si los hoteles realizan instalación que implican mejora en las instalaciones, pero sin un impacto necesariamente en los resultados”, explicó Vargas Siles.
Un punto clave que deben evaluar la industria de la hotelería a nivel mundial son sus motores de venta y las relaciones con agencias y con las conocidas OTAs, según Vargas, ya que al tener un incremento en los costos y una baja eventual en sus ingresos se debe revisar y renegociar las posibles comisiones que ganan dichas agencias, en general estas comisiones van de un 15% a un 25% del total de la reserva, lo que representan un alto costo para el turista, adicional en Costa Rica en general ninguna agencia online fuera de país acepta un rebajo del impuesto por remeses al exterior lo que incrementa aún más los costos para el hotel.
De lo anterior se desprende que convenientemente los hoteles y sus asesores financieros deben realizar un ejercicio de autoevaluación de los presupuestos para lo que resta del año, de acuerdo con Vargas Siles, pero es más importante para el periodo 2021 donde se espera un retorno a la nueva normalidad, la cual no va a ser diferente hasta que la ciencia médica logre desarrollar un medicamento efectivo, y la cual los expertos han señalado se puede demorar entre 18 meses a 24 meses.
“Asimismo es de llamar la atención a las voces interesadas en realizar propuestas a los políticos que consideran esta nueva realidad económico financiera de los negocios hoteleros, ya que algunas propuestas apuestan a seguir extendiendo la exoneración de IVA para algunos servicios, aunque esto puede verse como una ventaja a nivel de precios se traduce en un aumento en los costos al no poder hacer deducible los créditos totales, por lo que es conveniente solicitar la posibilidad de crédito pleno. Por lo que es necesario realizar un diagnóstico más detallado de la actividad las nuevas necesidades y si la idea es buscar colaboración del estado comprender que la situación actual estrujará los resultados de estos negocios por lo que urge la disminución de tarifas eléctricas, flexibilización de jornadas, reducción de cargas sociales, con el compromiso de los hoteles de mantener la matriz de empleados y las cadenas de suministros con sus proveedores a fin de retornar de alguna manera los incentivos brindados”, señaló Vargas.