
En Costa Rica algunos hoteles de lujo como parte de su esencia nacieron con esta experiencia
En un mundo donde la velocidad y el estrés dominan, el «slow traveler¨ emerge como una filosofía de viaje que invita a la pausa, la reflexión y la conexión profunda.
Este tipo de turista es un viajero consciente y curioso, que busca experiencias auténticas y significativas. Valora la conexión con la naturaleza, la cultura local y el bienestar personal. Huye de las multitudes y los itinerarios apresurados, prefiriendo explorar a un ritmo pausado, saboreando cada momento.
Un ejemplo de lugar ideal en Costa Rica para este tipo de turismo es el hotel Origins Lodge, ubicado en la exuberante selva tropical de Bijagua de Upala. Este hotel ofrece una experiencia transformadora que prioriza la calidad sobre la cantidad.
Claudia Silva, gerente general del hotel Origins Lodge explica que ¨este tipo de turista prioriza la inmersión en entornos naturales, el bienestar físico y mental a través de actividades como caminatas al aire libre, yoga, meditación y tratamientos de spa. Además, busca opciones de hospedaje que promuevan las prácticas responsables que minimizan el impacto ambiental y que apoyan a las comunidades locales¨.
¨Además, es un turista que desea tener la oportunidad de reconectar consigo mismo y con el entorno. Para posibilitar la creación de recuerdos duraderos y significativos¨, agregó Silva.
En el caso del hotel Origins Lodge, este hotel encarna la esencia del «slow traveler» a través de su ubicación privilegiada en la selva tropical, que invita a la exploración pausada y la contemplación.
Por otro lado, su enfoque en el bienestar incluye actividades como yoga, meditación y baños de bosque que son experiencias que este tipo de turista desea vivir al igual como las experiencias holísticas que son actividades, donde el elemento principal es la energía y el sonido que son elementos comprobados que pueden curar o darle al cuerpo un nivel de sanación y relajación. Tales experiencias como la terapia del sonido, reiki, ceremonia del cacao, ejercicios para potenciar la vibración de la cuerdas vocales, entre otros.
En cuanto a su compromiso con la sostenibilidad, ellos lo reflejan en la implementación de prácticas responsables y el apoyo a las comunidades locales. Su gastronomía se enfoca en productos de la zona, resaltando la cultura local.
¨La filosofía del «slow traveler» resuena con aquellos que buscan un turismo más consciente y responsable, donde la calidad de la experiencia supera la cantidad de destinos visitados, donde tanto el hotel, la zona de Bijagua de Upala y Costa Rica son los espacios ideales para poder disfrutar de esto¨, concluyó Silva.
Otra opción en el país es el hotel El Silencio Lodge, ubicado en Bajos del Toro, Sarchí. Este hotel inmerso en la exuberante naturaleza del país ofrece para este tipo de turuita una variedad de actividades perfectas para el viajero lento que busca una conexión profunda con el entorno y consigo mismo.
Paola Bolaños, marketing and sales manager del hotel El Silencio Lodge menciona que ¨el hotel cuenta con senderos privados que permiten absorber la serenidad del bosque nuboso y observar la fascinante flora y fauna a tu propio ritmo. Esta inmersión en la naturaleza le brindará la oportunidad de desconectar del bullicio cotidiano y sintonizar con los ritmos pausados del mundo natural¨-
Además, el lodge promueve una filosofía «de la granja a la mesa», utilizando ingredientes frescos y de origen local, muchos de ellos cultivados en sus propios jardines orgánicos.
Rodeado por la tranquilidad del bosque, este turista podría disfrutar de un masaje con aceites esenciales locales o sumergirte en una tina de hidromasaje al aire libre, dejando que el sonido de la naturaleza lo calme y renueve.
¨Alternativamente, podría simplemente encontrar un rincón tranquilo con un buen libro o dedicar tiempo a la meditación y la reflexión, aprovechando el ambiente de paz y serenidad que impregna el lodge. Estas actividades fomentan la introspección y el cuidado personal, elementos esenciales para una experiencia de viaje lenta y enriquecedora¨, señaló Bolaños.
Por otro lado, Chachagua Rainforest and Hot Springs ofrece un refugio ideal para el viajero lento. Aquí, el ritmo se desacelera naturalmente al despertar con los sonidos de la selva tropical y dedicar tiempo a observar la danza de la niebla entre los árboles.
Johnny Hidalgo, gerente de mercadeo de Chachagua Rainforest and Hot Springs comenta que ¨el turista podría comenzar el día con una caminata tranquila por los senderos del hotel, permitiéndole absorber la biodiversidad que le rodea: desde el vibrante plumaje de las aves hasta las intrincadas estructuras de las plantas tropicales. La exploración pausada revela los pequeños detalles que a menudo se pasan por alto en un viaje apresurado¨.
Durante, la visita el turista puede aprovechar y disfrutar de las piscinas del hotel, donde el sonido del agua fluyendo y el aroma de la vegetación crean un ambiente de calma que nutre el cuerpo y la mente. Este no es un lugar para la actividad frenética, sino un espacio para detenerse, respirar y sentir el abrazo de la naturaleza.
¨En la noche, los turistas que visiten el hotel podrán escuchar los sonidos nocturnos de la selva. La ausencia de distracciones artificiales fomenta una conexión más íntima con el entorno y con uno mismo. Chachagua Rainforest and Hot Springs ofrece así una oportunidad para desacelerar, involucrar los sentidos y experimentar la belleza de Costa Rica a un ritmo que nutre el alma del viajero lento¨ indicó Hidalgo.
