Su cuchara es capaz de trasladarlo a un paseo en lancha por el imponente lago de la Albufera o a un recorrido en bicicleta por los hermosos Jardines del Turia, en Valencia, España.
De la mano de Pasqual Martorell, sale una verdadera experiencia sensorial que conduce al comensal por un viaje de miles de kilómetros para disfrutar de la auténtica cultura valenciana y su platillo estrella: la paella. Esta noble y patriótica labor que realiza este maestro paellero en Costa Rica ha sido reconocida, por segundo año consecutivo, por la organización Wikipaella, una asociación sin ánimo de lucro para el conocimiento y reconocimiento de las auténticas paellas valencianas, con sede en Valencia. Fue a mediados de abril que recibió la grata noticia de que nuevamente le había sido otorgada la distinción “Wikipaella Flyer”, que lo coloca entre los 300 maestros paelleros más reconocidos del mundo y uno de los mejores del continente americano.
“Existen cocineros especialistas, capaces de llevar su buen hacer y técnica por los cinco continentes. Valencianos errantes, amantes de la paella, con o sin restaurante, grandes embajadores de nuestra gastronomía”, indica el comunicado de la organización internacional. Motivo de orgullo Para Martorell, este reconocimiento representa una gran alegría y un compromiso para seguir ofreciendo la mejor calidad a todos los clientes en Costa Rica, “a quienes les estamos muy agradecidos”. “Estoy muy orgulloso y contento de colocar al país en el mapa mundial de la paella y de ofrecer al público la experiencia del plato estrella de la cocina mediterránea”, expresó. Junto a su esposa, este periodista de profesión fundó hace cuatro años “Don Pascualón, paellas a domicilio”. (ver recuadro aparte) Con una amplia variedad de más de ocho paellas, Pasqual ha sabido ganarse el corazón y el paladar de los ticos, gracias a la excelencia en su servicio, que incluye un entretenido show de cocina. Más que un trabajo que le permite ganarse la vida, cocinar una paella significa compartir su cultura con los comensales y rendir un homenaje a sus raíces.
Paellas hay muchas, pero como la de él, ninguna. No sólo por su condición de orgullosamente valenciano, sino también porque hay algo que lo diferencia, aparte del amor que le imprime a cada receta. “A nivel de sabor, de textura del arroz, de ingredientes, pienso que esa sería la diferencia con las demás, el ADN valenciano que nos corre por las venas”. Además de la distinción “Wikipaella Flyer”, “Don Pascualón, paellas a domicilio,” ha sido incluido en la guía anual “Dónde comer auténtica paella valenciana 2018”, que edita desde hace cinco años la organización Wikipaella. Sabor único y especial Si usted desea hacer un viaje a Valencia sin salir de Costa Rica, le sugerimos buscar a “Don Pascualón, paellas a domicilio” en Facebook, en Twitter, en Instagram o en su página web. También puede llamarlos al 2288-2730 o al 8703-4720. Podrá escoger entre ocho paellas: valenciana, marinera, mixta, negra, de ocho vegetales, de tres pescados, de tres pescados y vegetales y langosta, así como dos tipos de “fideuà”. Todas las paellas son libres de gluten y pueden alimentar desde 8 a 250 personas. Como complementos, puede agregar tapas españolas como la tortilla, las papas bravas, dátiles con bacon o el esgarraet, jamón serrano, quesos manchegos, ensaladas, postres y hasta una copa de sangría, elaborada con la receta de la abuela, al más puro estilo español. Don Pascualón, una historia de éxito Aunque con reservas al principio, Pasqual Martorell y su esposa, Annie, iniciaron con su emprendimiento, en el 2014. No creían que un platillo creado a kilómetros de distancia de Latinoamérica fuera a tener una acogida tan positiva. Sin embargo, cuatro años después recogen el fruto de su dedicación, sacrificio y perseverancia. Hoy han logrado crear un negocio exitoso que ha colocado a Costa Rica en un lugar de privilegio en el mapa paellero mundial. Todo inició cuando Pasqual, siendo un niño curioso, aprendió el arte de la paella de un auténtico maestro: su papá, conocido como Pascualón en su natal Valencia (el nombre de la empresa es en homenaje a su fallecido padre). Muchos años más tarde, luego de haber ejercido como periodista en diversos medios de comunicación y hasta Gerente de Mercadeo, decidió emprender y posicionar el plato estrella de la cocina valenciana en América. “Un amigo me pidió que le preparara una paella para el aniversario de su empresa y le dije que cómo hacía yo para cobrarle algo que yo siempre había hecho como invitación a mi casa”. Luego recibió otro encargo… y lo demás es historia, una historia de amor con la paella de verdad, verdad.