Heineken sorprende con una nueva imagen que resalta el verde icónico de su botella y lata, representando así su fórmula original 100% natural, elaborada a base de malta pura, agua y lúpulo y la levadura única de clase A de Heineken, la A-Yeast®.
Además, la nueva imagen muestra la icónica estrella roja con un efecto zoom y utiliza tintas mate que dan la sofisticación que caracteriza a Heineken en más de 192 países.
El cambio de imagen es sumamente reciente y Costa Rica es uno de los primeros países en la región en introducirla. El lanzamiento a consumidor se presentó las últimas semanas de diciembre y se aprovecharon los eventos de verano como Moondance y el festival BPM en Guanacaste para mostrar su nueva lata.
Desde entonces se puede encontrar la nueva imagen de Heineken en todos los puntos de venta en cualquiera de sus presentaciones favoritas, ya sea Heineken 250 ml, Heineken 355 ml y Heineken Draft.
“Heineken a través de su historia ha tenido modificaciones sutiles en su imagen, pero es hasta ahora que se presenta un cambio tan relevante en la lata. Sabemos que a nivel mundial el cambio de imagen ha sido muy bien recibido por los consumidores que buscan estar al día con las nuevas tendencias y sentirse identificados con marcas que evolucionan, y no dudamos que Costa Rica le dará igual recibimiento”, agregó Christian Elizondo, Gerente País de Heineken.
Expansión de marca
La evolución ha causado que Heineken pasara de ser una cerveza local que solo se vendía en Holanda, hasta llegar a alcanzar 25 millones de cervezas disfrutadas diariamente en 192 países alrededor del mundo. Esta constante innovación y cambio de imagen es una vez más un ejemplo de esta actitud progresista que mantiene la marca.
“Costa Rica se ha vuelto un mercado muy relevante para la región y esto nos permite trabajar para traer el mejor contenido. Como siempre, estamos enfocados en brindar experiencias de clase mundial tanto en los puntos de venta como en eventos disruptivos”, agregó Elizondo.
Heineken están presente en eventos relevantes y del alto impacto, como por ejemplo el festival internacional de música electrónica BPM, que patrocinó Heineken y que tuvo lugar en enero de este año en Tamarindo, Guanacaste.