“La interacción del vino con la comida debe producir una sensación de placer" aseguró Bruno Zarantin, gerente de exportaciones del Grupo Santa Margherita de Italia, quien visitó recientemente el país. "Una de nuestras filosofías es que el vino sea un acompañamiento perfecto durante la comida; yo personalmente percibo que un vino es bueno cuando se acaba justo un momento antes de haber terminado la comida, te lo terminas sin darte cuenta"comentó.
Atentos a las necesidades del consumidor, Santa Margherita se diferencia, según Zarantin, "desde la perspectiva de que nosotros le preguntamos al mercado qué es lo que quiere, de esta manera nos encargamos de producir un vino para satisfacer las necesidades del consumidor, esto es lo que nos ha hecho exitoso". Además, "Cuando vemos que nuestros consumidores están satisfechos con nuestro producto, nos sentimos aún más comprometidos de hacer un vino consistente año tras año y botella tras botella", puntualizó Zarantin.
Alpiste ofrece a su público los vinos de Santa Margherita en sus variedades de Merlot, Cabernet Franc, Prosecco, Cuveé Prestige, Pinot Noir, Carmenero y Cá del Bosco, así como su vino más emblemático