Tal como se resaltó en la sección de capacitación, de una edición anterior, capacitación y entrenamiento, son términos que se usan como sinónimos, aunque exactamente no lo son.
Definido por la Real Academia, capacitar es "hacer a alguien apto, habilitarlo para algo". Por su parte, entrenar es "preparar, adiestrar personas o animales, especialmente para la práctica de un deporte."
Capacitar, como es usado por muchos autores y los que traducen de esa forma el término inglés "training", tiene un sentido un poco más amplio
de aprendizaje total, que incluye conceptos como adiestrar, instruir, adoctrinar.
Esto es, hacer diestro en alguna actividad, inculcando a la vez determinadas ideas o creencias, reglas de conducta, que son propias de la cultura de la organización que da la capacitación. Es este un proceso en el que el adiestrado tiene una participación activa.
Capacitación en el más amplio de sus sentidos. Esta parece ser la mejor receta para los males de la hotelería, no solo en Costa Rica, sino en toda la región.
Siempre que se habla con un hotelero, resulta casi imposible no mencionar este tema. Y es que la mayoría coincide en que la escasa oferta de personal capacitado es una de sus principales debilidades. Aunque parece una simple ecuación, la realidad es que son pocas las empresas que dedican presupuesto en a la capacitación de sus empleados.
Algunos argumentan que este debería ser tarea del gobierno e instituciones públicas, otros prefieren evadir la inversión, aduciendo que se trata de un gasto. Pero si en realidad es un gasto, cabría preguntarse, ¿por qué empresas como el hotel Ritz Carlton, dedican un presupuesto superior a los 5 mil dólares en la capacitación de cada empleado?
Es hora de dejar de lado el pretexto de que no se invierte en capacitación por la alta rotación, pues se convierte en un círculo vicioso, que incrementa el problema.
Al final si bien se trata de una apuesta, pues no todos los empleados que se capaciten se quedan en la empresa, podemos pensar que en otro lugar, alguien está capacitando a nuestros futuros empleados.
Definido por la Real Academia, capacitar es "hacer a alguien apto, habilitarlo para algo". Por su parte, entrenar es "preparar, adiestrar personas o animales, especialmente para la práctica de un deporte."
Capacitar, como es usado por muchos autores y los que traducen de esa forma el término inglés "training", tiene un sentido un poco más amplio
de aprendizaje total, que incluye conceptos como adiestrar, instruir, adoctrinar.
Esto es, hacer diestro en alguna actividad, inculcando a la vez determinadas ideas o creencias, reglas de conducta, que son propias de la cultura de la organización que da la capacitación. Es este un proceso en el que el adiestrado tiene una participación activa.
Capacitación en el más amplio de sus sentidos. Esta parece ser la mejor receta para los males de la hotelería, no solo en Costa Rica, sino en toda la región.
Siempre que se habla con un hotelero, resulta casi imposible no mencionar este tema. Y es que la mayoría coincide en que la escasa oferta de personal capacitado es una de sus principales debilidades. Aunque parece una simple ecuación, la realidad es que son pocas las empresas que dedican presupuesto en a la capacitación de sus empleados.
Algunos argumentan que este debería ser tarea del gobierno e instituciones públicas, otros prefieren evadir la inversión, aduciendo que se trata de un gasto. Pero si en realidad es un gasto, cabría preguntarse, ¿por qué empresas como el hotel Ritz Carlton, dedican un presupuesto superior a los 5 mil dólares en la capacitación de cada empleado?
Es hora de dejar de lado el pretexto de que no se invierte en capacitación por la alta rotación, pues se convierte en un círculo vicioso, que incrementa el problema.
Al final si bien se trata de una apuesta, pues no todos los empleados que se capaciten se quedan en la empresa, podemos pensar que en otro lugar, alguien está capacitando a nuestros futuros empleados.
Apetito 63/ Abril-Mayo 2008
Shirley Ugalde Méndez
[email protected]